De acuerdo con una revisión sistemática, basada en ensayos clínicos randomizados y publicada en 2007, el empleo precoz de antibióticos en los pacientes con una gastroenteritis por campylobacter, mostró una ligera reducción en la duración total de los síntomas siendo una infección que, en la mayoría de los casos, suele ser autolimitada y de carácter leve. En base a esos resultados y a los efectos secundarios, entre otros las resistencias bacterianas, los sumarios de evidencia y las guías de práctica clínica consultadas no recomiendan, en general, el tratamiento con antibióticos en los niños diagnosticados de una gastroenteritis aguda por campylobacter. El tratamiento antibiótico quedaría reservado a infecciones severas y a los pacientes en los que la infección puede llegar a agravarse, como en los pacientes inmunodeprimidos.
La revisión sistemática de 2007 incluyó 11 ensayos clínicos randomizados con un total de 479 pacientes(1) y con un tamaño medio de la muestra de 43 personas por estudio (rango entre 11 y 146). Cuatro de los ensayos estaban realizados exclusivamente en pacientes pediátricos. El tratamiento con antibióticos acortó la duración de los síntomas intestinales en 1,32 días como media (Intervalo de confianza al 95% de 0,64 a 1,99; P< 0,0001). Igualmente se acortó el tiempo en que los pacientes eran portadores de campylobacter en la flora intestinal. En la discusión destacan el tamaño pequeño de la muestra, en la mayoría de los estudios, y la heterogeneidad mostrada en los resultados. Como posible efecto secundario del empleo generalizado de antibióticos se subraya la resistencia bacteriana, que podría llegar a tener implicaciones clínicas importantes. Los autores concluyen que dado que la infección habitualmente es autolimitada y leve, habría que tener una actitud restrictiva en el empleo de antibióticos en las infecciones no complicadas que se producen en pacientes que no sean de alto riesgo.
No hemos identificados ensayos clínicos realizados posteriormente a dicha revisión(1) sobre la eficacia de los antibióticos en gastroenteritis por campylobacter en pediatría.
Los sumarios de evidencia revisados(2,3,4) coinciden en que la mayoría de pacientes con una gastroenteritis por campylobacter no precisarán antibióticos y que éstos estarían indicados en los casos más graves, o en pacientes con inmunodeficiencias.
- El sumario de Uptodate(2) destaca que, dado el carácter autolimitado de la infección y la eficacia limitada de los antibióticos, la mayoría de los pacientes no precisarán de tratamiento con antibióticos, Éstos se recomiendan, tan solo, en los pacientes con enfermedad severa (rectorragia, fiebre alta, infección extraintestinal, empeoramiento de los síntomas tras los primeros días, o con duración de los síntomas de más de una semana) o en los pacientes en riesgo, que serían los pacientes con una inmunodeficiencia.
- el sumario de Dynamed(3) recomienda los antibióticos en casos de enfermedad grave, en inmunodeficiencias y en neonatos, o en niños menores de 3 meses.
Similar recomendaciones, de reservar los antibióticos para los casos graves o para pacientes inmunodeprimidos, incluyen las guías de práctica clínica revisadas(5-8).
- La guía europea, publicada en 2014(8), en la gastroenteritis por campylobacter solo recomienda el tratamiento con antibiótico para las formas graves (disentérica), y para reducir la transmisión en los casos diagnosticados en centros de atención diurna (como guarderías) y en instituciones (residencias, hospitales). La terapia con antibióticos reduce los síntomas, si se inicia el tratamiento en una etapa precoz de la enfermedad (dentro de los 3 primeros días del comienzo de los síntomas) (Recomendación I, A. Recomendación fuerte, con una calidad de la evidencia moderada)*.
- *Consultar clasificación de la evidencia y de las recomendaciones en el texto completo de la guía.