En la búsqueda se han localizado 1 estudio de tres casos, 5 revisiones narrativas y 1 estudio descriptivo. Indican que los efectos estimulantes de la mayoría de las bebidas energéticas (BE) son producto del alto contenido de cafeína que llevan en su composición. Aunque también llevan otros componentes como la taurina, glucuronolactona, niacina, piridoxina, guarané, panax ginseng, etc. También relacionan la coingesta de estos productos y el alto consumo de cafeína con comportamientos de riesgo, con el consumo de sustancias no lícitas, la alteración de los patrones del sueño, el riesgo de dependencia/adicción, etc. Dos de las revisiones concluyen que el consumo excesivo de BE es un problema de salud pública, especialmente para los jóvenes y niños. No obstante, el consumo ocasional/moderado parece presentar un riesgo mínimo para los adultos sanos.
Un estudio con tres casos de pacientes con enfermedad psiquiátrica conocida(1) que mostraron secuelas tras la utilización de BE: empeoramiento clínico que les condujo a la hospitalización. En los tres casos, las hospitalizaciones se asociaron con deterioro del estado mental, que se manifiestó, entre otros síntomas, por hipervigilancia, inquietud psicomotora y la intensificación de las respuestas afectivas. El estudio comenta que aunque no se puede confirmar una relación causal entre el uso de BE y la hospitalización, la estrecha relación temporal entre los dos no puede ser ignorada. El uso de estas bebidas por parte de personas con enfermedad psiquiátrica previa debe ser con precaución y la información sobre su uso puede ser relevante en las evaluaciones de los pacientes.
Una revisión narrativa(2) investiga si las BE mejoran el rendimiento cognitivo y qué ingredientes son responsables de este efecto y otros beneficios. Señala que las BE se han vuelto más y más populares desde finales de los años noventa. Los fabricantes afirman que estas bebidas mejoran la resistencia física, la velocidad de reacción y la concentración. Los principales ingredientes de las bebidas energéticas son la cafeína, el azúcar, la taurina y la glucuronolactona y, según los fabricantes, los efectos estimulantes de estas bebidas son debidos a la interacción entre los diversos ingredientes. Los autores de la revisión realizaron una búsqueda en el período de 1997 a 2006. Los resultados no sólo se centraron en la mejora significativa de la sostenibilidad de la atención, también lo hizo en el tiempo de reacción en todo tipo de tareas.Los hallazgos sugieren que la mayor parte de los efectos de las BE en el rendimiento cognitivo están relacionados principalmente con la presencia de cafeína. Se necesita más investigación sobre los efectos de los otros ingredientes menos conocidos de las BE (taurina, glucuronolactona) para obtener una mejor comprensión de las posibles interacciones.
Dos revisiones narrativas posteriores se centran en el consumo de BE por niños y adolescentes(3,4):
Una de las revisiones(3), sobre la toxicidad de las BE y otros productos energéticos, señala que la cafeína es el principal ingrediente activo en estos productos y el consumo excesivo puede causar intoxicación por cafeína de forma aguda, lo que resulta en taquicardia, vómitos, arritmias cardíacas, convulsiones y muerte. Los efectos de la ingesta de cafeína en dosis altas de forma crónica en niños y adolescentes son desconocidos, aunque les puede aumentar la presión arterial, alterar los patrones de sueño, exacerbar la enfermedad psiquiátrica preexistente, causar dependencia fisiológica, y aumentar el riesgo de adicción subsiguiente. La coingesta de cafeína y etanol se ha asociado con un aumento de conductas de riesgo, daño a usuarios adolescentes, problemas de conducción y un mayor uso de otras sustancias ilícitas. La toxicidad de los ingredientes a menudo presentes en las BE, como la taurina, niacina y piridoxina, está menos definida. Aunque estudios previos han examinado los efectos de la cafeína en los adolescentes, las BE debe considerarse como una nueva exposición. Las altas dosis de cafeína, a menudo en combinación con ingredientes cuyo perfil de seguridad son desconocidos, recomiendan la investigación urgente sobre la seguridad del uso de las BE en niños y adolescentes. Siendo un paso previo necesario la regulación del uso de BE en la población infantil.
La otra revisión narrativa (4) indica que habitualmente, además de altos contenidos de cafeína y azúcares, los ingredientes adicionales más comunes son sodio, guaraná, panax ginseng y taurina.
Los efectos específicos del consumo de cafeína incluyen, entre otros trastornos físicos, trastornos del sueño, aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, así como un riesgo de dependencia y adicción física. Esto es especialmente problemático para los jóvenes debido a que todavía están en desarrollo. Se advierte expresamente que la ingesta de cafeína puede producir efectos adversos nocivos en la juventud y debe ser desaconsejada en los niños. Se concluye que el consumo de BE es un problema de salud pública, especialmente para los jóvenes, por lo que se justifica que aumente la regulación para informar y proteger a los consumidores frente a los ingredientes problemáticos, debiéndose especificar en el etiquetado y restringiendo el acceso de los jóvenes y niños.
Dos revisiones narrativas más actuales sobre el consumo de BE(5,6):
Una de las revisiones(5) examina la historia, seguridad y eficacia de los suplementos dietéticos que contienen cafeína y otros suplementos, como la efedra, tanto en forma de inyecciones como de BE. La búsqueda se realizó desde 1980 a 2014. Los primeros 10 años se localizaron productos que contenían combinaciones de alcaloides de efedrina, cafeína y otros fitoquímicos. Una década después, los problemas de tolerabilidad llevaron a la eliminación de los suplementos de efedra en los mercados de EE.UU. y Canadá; se crearon productos libres de efedra, que típicamente contienen múltiples fuentes de cafeína en combinación con otros extractos botánicos cuyos efectos pueden ser desconcertantes y sus propiedades farmacológicas difíciles de predecir. Con respecto al efecto estimulante de la cafeína sobre el sistema nervioso central, se señala que produce: mejora del humor, insomnio, insomnio, ansiedad, temblores y convulsiones. Aunque la respuesta de una persona a la cafeína depende de la dosis, la regularidad de dosificación, y su perfil farmacocinético. En los productos en los que se combinaban cafeína y efedra, entre los sucesos adversos más graves se incluían la psicosis y las convulsiones, además de infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y arritmias. Un meta-análisis en relación al uso de la efedra como suplemento encontró que los productos se asociaron con un mayor riesgo de trastornos psiquiátricos. Concluye esta revisión que la mejora del estado de ánimo y de la cognición son los efectos deseados por la sociedad dado el ritmo rápido de hoy. El tiempo de reacción, la concentración, el estado de alerta, y los sentimientos subjetivos de energía o vitalidad son importantes para los atletas en muchos deportes competitivos. Las estrategias para mejorar estos atributos se busca a menudo por los no atletas y atletas por igual. Durante la última década, varios estudios prospectivos han evaluado los efectos que puedan tener las BE sobre estas y otras variables de rendimiento. Como el café y otras bebidas que contienen cafeína, cuando se consumen con sensatez, pueden mejorar y/o mantener el estado de ánimo y el rendimiento cognitivo según lo determinado por una variedad de instrumentos de evaluación del estado de ánimo y la cognición. Parece que la cafeína es el agente principalmente responsable de los efectos psicofarmacológicos de las BE. Pero en combinación indiscriminada con otros extractos botánicos, la cafeína puede no ser tan inocua como muchos consumidores creen.
La otra revisión narrativa(7) sintetiza la literatura existente sobre las BE. La revisión se centra en demostrar que el consumo excesivo de BE causa muchas complicaciones. Designan como BE "cualquier producto en forma de bebida o líquido concentrado que contiene una mezcla de ingredientes que tienen la propiedad de aumentar el nivel de energía y vitalidad". Su introducción ha planteado muchas reticencias y reservas después de numerosas lesiones cardiovasculares y neurológicas entre los consumidores regulares. La revisión se llevó a cabo desde 2001 hasta 2014. El consumo ocasional o moderado de estas latas parece presentar un riesgo mínimo para los adultos sanos. Sin embargo, su consumo repetido en proporciones que superan con creces las recomendaciones de uso realizadas por los fabricantes, combinado con el consumo de alcohol o drogas ilícitas aumenta el riesgo de aparición de complicaciones somáticas y psiquiátricas, especialmente entre los menores de edad y las personas con historia de afecciones cardiovasculares y neurológicas. Se concluye que el consumo repetido de las BE aumenta el riesgo de complicaciones somáticas y psiquiátricas, aunque recomienda más estudios controlados para mejorar la comprensión de otras posibles consecuencias negativas para la salud.
Finalmente, un estudio descriptivo(6) determina, a través de una encuesta auto-informada, el consumo de BE y su relación con el consumo de sustancias y búsqueda de sensaciones entre los estudiantes en Estambul. El cuestionario incluye secciones sobre datos demográficos, comportamientos autodestructivos y uso de sustancias como tabaco, alcohol y drogas. También se utilizó Psychological Screening Test for Adolescents (PSTA). Los análisis se llevaron a cabo en base a 4.957 sujetos. El consumo de BE de una vez en el año pasado fue del 62,0% (n = 3072), mientras que la tasa de consumo de al menos una vez al mes fue de 31,1%. No hubo asociaciones coherentes, estadísticamente significativas, entre sexos, con el uso de sustancias de por vida (tabaco, alcohol y drogas), las medidas de búsqueda de sensaciones, problemas psicológicos (depresión, ansiedad, ira, impulsividad) y el comportamiento autodestructivo (comportamientos y pensamientos suicidas) con el consumo de BE. En los modelos de regresión logística el género masculino, la búsqueda de sensaciones, el uso de por vida de tabaco, alcohol y drogas predijo todas las frecuencias de consumo de BE. Además de estos predictores, la ira y el comportamiento auto-dañino también predijeron el consumo de BE al menos una vez al mes. No hubo interacciones entre las asociaciones del consumo de por vida de tabaco, alcohol y drogas con el consumo de BE. Los resultados sugieren que el consumo de BE de los estudiantes varones se relaciona con tres grupos de sustancias (tabaco, alcohol y drogas) a través de la búsqueda de sensaciones y estas relaciones no interactúan entre sí.