La aplicación de suplementos de oxígeno en pacientes no hipoxémicos no está exenta de riesgos y no parece mejorar los resultados clínicos en pacientes con ictus agudo. En base a estas circunstancias, las guías de práctica clínica (GPC)(1-5) y sumarios de evidencia(6,7) consultados no recomiendan de la administración sistemática de oxígeno durante el manejo agudo de pacientes con ictus normoxémicos. El oxígeno estaría indicado en caso de que la saturación de oxígeno del paciente sea < 94-95%.
Una reciente GPC canadiense sobre el manejo hiperagudo del ictus(1) plantea que:
- Debe ser proporcionado oxígeno suplementario a los pacientes con saturación de oxígeno por debajo de 95% o para mantener un nivel de saturación de oxígeno superior al 92% (Nivel de evidencia C)*.
- El oxígeno suplementario no es necesario en pacientes con niveles normales de saturación de oxígeno.
De forma similar, en la GPC de 2013 de la “American Heart Association” y la “American Stroke Association” (AHA / ASA)(2) no se recomienda el oxígeno suplementario en pacientes no hipóxicos con accidente cerebrovascular isquémico agudo (Clase de recomendación III; nivel de evidencia B)* y se indica que se debería proporcionar oxígeno suplementario para mantener una saturación de oxígeno > 94% (Clase de recomendación I; nivel de evidencia C)*.
La guía comenta que en base a los datos que aportan los estudios realizados no hay evidencia de que se requiera la administración rutinaria de suplementos de oxígeno de forma aguda en pacientes no hipóxicos con accidentes cerebrovasculares leves o moderadas; el oxígeno suplementario podría ser beneficioso en pacientes con accidentes cerebrovasculares severos, aunque los datos actuales no son concluyentes, y se recomienda una mayor investigación en este área. Sobre la base de los datos extrapolados de pacientes tras reanimación por parada cardíaca, en la atención cardiovascular de emergencia del accidente cerebrovascular y en pacientes con resucitación cardiopulmonar se recomienda la administración de oxígeno en pacientes hipoxémicos para mantener la saturación oxígeno > 94%. Se añade además que cuando está indicada la terapia de oxígeno, es razonable utilizar el método menos invasivo posible que consiga lograr la normoxia.
En la GPC del “Institute for Clinical Systems Improvement”(3) se indica administrar oxígeno a dos litros por minuto por cánula nasal en caso de saturación inferior al 94% y ajustar el oxígeno para mantener una saturación mayor o igual al 94%.
En otra GPC(4) de 2012 se recomienda igualmente, que las personas que han sufrido un accidente cerebrovascular deben recibir oxígeno suplementario sólo si su saturación de oxígeno cae por debajo del 95% y no hay ninguna contraindicación; no se recomienda el uso rutinario de oxígeno suplementario en pacientes que no están en situación de hipoxia.
Por último, una GPC publicada por la Unidad de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de la Agencia Laín Entralgo de la Comunidad de Madrid en 2009(5), hacía referencia a la controversia en torno al uso de oxígeno suplementario en pacientes normoxémicos con ictus agudo y a la falta de evidencia, en ese momento, de que el oxígeno suplementario mejorase la mortalidad o discapacidad en pacientes no hipóxicos con ictus moderado. Como recomendaciones, en relación a la utilización de terapia con oxígeno suplementario durante el manejo prehospitalario del ictus agudo, se establecía que:
- De manera rutinaria, no se recomienda administrar oxígeno suplementario a aquellos pacientes con sospecha de ictus agudo (grado de recomendación B)*.
- Los pacientes con sospecha de ictus agudo deben recibir oxígeno suplementario si presentan signos clínicos de hipoxia o para mantener una saturación de oxígeno del 94- 98%, excepto en aquellos pacientes con riesgo de fallo respiratorio hipercápnico, en los que se mantendrá una saturación entre el 88-92% (grado de recomendación D)*.
Los sumarios de evidencia de Uptodate(7) y Dynamed Plus(7) sobre el manejo agudo de ictus, siguiendo las recomendaciones de la GPC de AHA / ASA(2) establecen que el oxígeno suplementario está recomendado para los pacientes con hipoxia (para mantener la saturación de oxígeno> 94%) pero no para los pacientes que no hipóxicos y que el tratamiento sistemático con oxígeno en el accidente cerebrovascular agudo no parece aumentar la supervivencia o reducir la discapacidad(7).
A pesar de estas recomendaciones la búsqueda en las bases de datos de estudios ha identificado la publicación del protocolo(8) y del análisis estadístico(9) de un ensayo clínico aleatorizado multicéntrico, prospectivo y abierto (el “Stroke Oxygen Study”, SO2S) que evalúa el uso de la terapia de oxígeno a dosis bajas en las primeras 72 horas después del accidente cerebrovascular. El objetivo de este estudio es, en primer lugar, evaluar si los pacientes se benefician de oxígeno después de un accidente cerebrovascular, y en segundo lugar para establecer si la administración nocturna de oxígeno suplementario es más eficaz que la administración continua de oxígeno. Los participantes fueron aleatorizados a tres grupos (1: 1: 1): administración continua de oxígeno, oxígeno por la noche (entre las 21: 00-06: 00) solamente, o no suplementación con oxígeno (aire ambiente), durante 72 h. El oxígeno fue dado a una velocidad de 3 l / min si la saturación de oxígeno basal era ≤93% y en 2 l/min si era > 93%.
El protocolo de los resultados a largo plazo de estudio (mortalidad, discapacidad, capacidad de realizar actividades de la vida diaria y calidad de vida a los 3, 6 y 12 meses)(10) se presentó en un Congreso científico en febrero de 2015. En el resumen de la conferencia se indica que participaron en el estudio 8003 pacientes reclutados de 136 hospitales de Reino Unido a partir de abril de 2008 a junio de 2013 y que los resultados de este estudio a gran escala darán una respuesta definitiva a la cuestión de si la administración sistemática de suplementos de oxígeno modifica la evolución clínica de estos pacientes a largo plazo.