El diagnóstico en un paciente de cáncer de próstata se establece con el resultado de la biopsia de próstata, y la ecografía se emplea para guiar la punción prostática(1); sin que las técnicas de imagen permitan descartar la presencia del cáncer de próstata(1,2). De acuerdo con una revisión sistemática(2) la ecografía transrectal presenta una sensibilidad del 49% y una especificidad del 57% , por lo que su realización no permite descartar la presencia de cáncer de próstata. La elastosonografía, aunque mejora la utilidad de la prueba(3,4) tampoco descarta la presencia de cáncer de próstata.
De acuerdo a una revisión sistemática publicada en 2014(2), que incluyó tres estudios de validación de ecografía transrectal con Doppler, ésta técnica no permitió ni confirmar, ni descartar, el diagnóstico de cáncer de próstata. Comparado, como patrón oro, con el resultado de las biopsias sistemáticas de próstata, el análisis conjunto de los tres estudios mostró para la ecografía transrectal con Doppler una sensibilidad del 49% (IC al 95% de 42 a 55%) y una especificidad del 57% (IC al 95% de 52 a 61%).
La elastosonografía transrectal con contraste mejora la utilidad de la prueba, obteniendo en una revisión sistemática publicad en 2013(3), una sensibilidad del 70% y una especificidad del 74%; con un cociente de probabilidad para un resultado positivo de 2,81 y un cociente de probabilidad para un resultado negativo de 0,35; insuficiente para descartar el diagnóstico.
Otra revisión sistemática publicada en 2012(4) , con importantes limitaciones metodológicas, mostró que cuando el patrón de oro empleado fue el resultado de histopatología de la pieza operatoria de próstata, una sensibilidad entre el 71 y el 82% y una especificidad entre el 60 y el 95% para la elastosonografía transrectal. Cuando se comparó con el resultado de las biopsias tomadas de forma sistemática, la sensibilidad de la elastosonografía osciló del 26 al 87% y la especificidad del 17 a 76%.