Tan solo hemos identificado un estudio de validación de pruebas diagnósticas en el que se analizaron los niveles de IgE a partir de los cuales se recomendaría realizar una prueba de provocación con leche horneada, en pacientes diagnosticados de alergia a las proteínas de la leche de vaca(1).
El estudio, publicado en 2013, se realizó en 225 pacientes diagnosticados de alergia a la proteína de leche de vaca y que formaban parte de dos cohortes atendidas en el mismo hospital, con una edad media de 7,5 años (rango de edad de 2,1 a 17,3 años):
- A todos los pacientes se les realizó una prueba de provocación con leche horneada y se midieron previamente los niveles de IgE y IgG4 específica a leche de vaca, caseína y beta-lactoglobulina.
- La reacción a la prueba de tolerancia se midió mediante observación supervisada de los cambios clínicos tras la introducción oral y se relacionaron los valores de IgE y de IgG4 con la aparición, o no, de tolerancia a la prueba.
- Los niveles de IgG4 a caseína y beta-lactoglobulina no difirieron de forma significativa entre los pacientes que toleraron la prueba y entre los que no la toleraron.
- Los niveles específicos de IgE a leche de vaca, caseína y beta-lactoglobulina fueron más altos de manera estadísticamente significativa en el grupo de pacientes que presentaron reacción a la prueba de tolerancia oral comparado con los pacientes que la toleraron bien. Dentro de las diferentes mediciones de IgE los niveles de caseína tuvieron una valor más fiable para predecir la reacción a la prueba de tolerancia que los de leche de vaca y de beta-lactoglobulina.
- Todos los pacientes con unos niveles indetectables de IgE a la caseína toleraron bien la administración oral de leche horneada.
- Se analizaron varios puntos de corte para establecer los niveles óptimos de IgE a la caseína:
- Se utilizaron los niveles de IgE específica a caseína que representaran una especificidad y una sensibilidad del 95% para establecer el punto de decisión. El punto de decisión positivo para predecir una reacción de sensibilidad a la prueba oral con leche horneada fue de 20,2 kUA/L. En la práctica eso quiere decir que si el paciente presenta niveles más altos de ese valor es poco probable que tolere la prueba y deben ser evitados los alimentos con leche horneada. En contraste, unos niveles de IgE específicos a la caseína menores de 0,94 kUA/L (punto de decisión negativo) indica un riesgo muy bajo de presentar una reacción a la leche horneada.
- Dando un peso similar a la sensibilidad y a la especificidad, el punto de corte óptimo de los niveles de IgE a la caseína sería de 4,95 kUA/L.