De acuerdo con los documentos revisados(1-7), en un paciente al que se le ha diagnosticado un tumor urotelial, el estudio y consejo genético estaría indicado, si por la edad en la que se realiza el diagnóstico, o por los antecedentes personales o familiares se sospecha un síndrome de cáncer de colon no polipósico hereditario (CCNPH), también llamado síndrome de Lynch. El consejo genético variará en función de los resultados del estudio, dado el diferente riesgo de incidencia de cáncer de las diferentes mutaciones y debería incluir, además de la información del riesgo, las posibilidades de diagnóstico prenatal y del diagnóstico genético previo a la implantación.
Una guía de práctica clínica sobre los carcinomas uroteliales de las vías urinarias superiores (CU-VUS) señala que(1) :
- Hay casos familiares/hereditarios de carcinomas uroteliales de vías urinarias superiores relacionados con CCNPH. Entre los pacientes con CU-VUS, estos casos pueden detectarse durante una entrevista médica.
- De hecho, es probable que el cáncer sea hereditario cuando el paciente tiene menos de 60 años o presenta antecedentes personales o familiares de cáncer de tipo CCNPH.
- Estos pacientes deben someterse a una secuenciación de ADN para identificar cánceres hereditarios que se han clasificado erróneamente como cánceres esporádicos debido a unos datos clínicos insuficientes. También ha de evaluarse la presencia de otros cánceres asociados a CCNPH.
- Estos pacientes deben ser vigilados estrechamente y se recomienda ofrecer consejo genético.
- Sobre los marcadores moleculares ante el diagnóstico de cáncer urotelial, varios grupos de investigación están trabajando en relación con las características de los tumores de las vías urinarias superiores y las vías de la carcinogenia. Se han investigado marcadores específicos que podrían ayudar a determinar el pronóstico de los CU-VUS. Las inestabilidades de microsatélites (IMS) son marcadores moleculares independientes que se utilizan para fines de pronóstico tumoral . Además, las IMS ayudan a detectar mutaciones en la línea germinativa, lo que permite detectar posibles cánceres hereditarios. Se ha demostrado que la cadherina E es un marcador pronóstico independiente útil, al igual que el factor inducible por la hipoxia (HIF)-1a y el componente de ARN de la telomerasa. Además, parece que el HIF-1a presenta una asociación significativa con el grado tumoral y el patrón de crecimiento, mientras que el componente de ARN de la telomerasa podría emplearse posiblemente con fines de diagnóstico y pronóstico de los CU-VUS. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha validado externamente ninguno de estos marcadores y ninguno ha cumplido los criterios clínicos y estadísticos necesarios para respaldar su introducción en la toma de decisiones clínicas cotidianas.
El síndrome de CCNPH o de Lynch, se transmite de manera autosómica dominante(4). El gen o genes cuya mutación o mutaciones está asociada al síndrome pertenece a una gran familia de genes implicados en la reparación de apareamiento erróneo del ADN (DNA mismacth repair, MMR), es decir, en el control de la fidelidad de la replicación. Los genes MSH2, MLH1 y MSH6 están implicados, en orden decreciente de frecuencia, en 35%, 25% y 2% de los casos, respectivamente. En un tercio de los pacientes no se ha detectado ninguna mutación genética(4).
- Hay diversos criterios para decidir cuando está justificado el estudio genético en la sospecha de un síndrome de Lynch. Uno de los más utilizados es el de Amsterdam II(2,5,6) y de acuerdo con éste se realizaría el estudio genético si:
- Hay 3 o más familiares con presencia de tumores asociados al síndrome de Lynch (tales como cáncer colorectal, de endometrio, intestino delgado, uréter o pelvis renal).
- Uno de estos familiares lo debe ser de primer grado y deben de estar afectadas dos ó mas generaciones sucesivas.
- Uno de estos familiares debe haber sido diagnosticado a una edad igual o inferior a 50 años.
- En el caso de cáncer colorectal se ha descartado la presencia de adenomatosis familiar hereditaria.
- Los tumores deben de estar diagnosticados contando con el estudio de anatomía patológica.
- La determinación del estudio tan solo se ofrecerá cuando se dispone de profesionales adiestrados y con experiencia en el consejo genético(5,7).
- El consejo genético variará en función de las mutaciones concretas detectadas tras el estudio y comprenderá la información de la incidencia en descendientes de neoplasia de colon y de otras localizaciones; y en plantear las posibilidades de diagnóstico prenatal y del diagnóstico genético previo a la implantación(5).
- Los profesionales deben tener en cuenta las repercusiones psicológicas que en el paciente puede generar la realización del estudio genético, la comunicación de los resultados y las visitas de seguimiento(5,7).