En base a la documentación seleccionada (tres sumarios de evidencia(1-3) recientemente actualizados y una revisión narrativa(4)) el parto vaginal frente al parto por cesárea se asocia a un mayor riesgo de prolapso genital (PG)*, pero no hay evidencia suficiente que permita establecer que la realización de una cesárea protege del desarrollo de un PG y, en consecuencia, no estaría indicada como estrategia preventiva.
El sumario de evidencia de Uptodate que revisa, entre otros aspectos, los factores de riesgo y la prevención del PG(1) indica que aunque el parto vaginal se asocia con un mayor riesgo de prolapso, no está claro si el parto por cesárea evitaría la aparición de prolapso.
En otro sumario de evidencia de Uptodate centrado en la incontinencia urinaria y el PG asociados al embarazo y el parto(2), respecto al parto por cesárea establece que este tipo de parto se ha asociado con un menor riesgo de patología del suelo pélvico (PSP) en general, pero que no se han establecido los beneficios profilácticos de la cesárea. Así, por esta y otras razones, se sugiere no realizar una cesárea para indicaciones no obstétricas (lo que se define como cesárea electiva, cesárea por elección del paciente o cesárea por solicitud materna).
Se añade que las características maternas pre-parto son pobres predictoras de PSP y que, por tanto, no hay características maternas que se puedan utilizar para adoptar la opción de parto por cesárea planificada en mujeres específicas.
Además, el embarazo en sí es un factor de riesgo para la incontinencia, y no es seguro que el parto por cesárea pueda evitar totalmente la incontinencia urinaria o el PG.
Se señala también en el sumario que no se han realizado ensayos aleatorios que aborden específicamente el valor potencial de la cesárea electiva para reducir el riesgo de PSP y que los estudios observacionales realizados muestran que de 7 a 12 mujeres tendrían que dar a luz solamente por cesárea para evitar que una mujer desarrolle PSP a lo largo de la vida, asumiendo que las asociaciones observadas son causales. Además, incluso demostrándose una reducción del riesgo de PSP, se deben sopesar otros daños y beneficios de la cesárea electiva frente a este beneficio.
Finalmente el sumario sugiere no realizar una cesárea previa solicitud materna (grado de recomendación 2C: recomendación muy débil; otras alternativas pueden ser igualmente razonables) pues no hay pruebas suficientes de que el parto por cesárea prevenga el desarrollo o la exacerbación de PSP.
Se forma similar, el sumario de evidencia de Dynamed sobre el PG(3) refiere que aunque el parto por cesárea puede estar asociado con un menor riesgo de PG que el parto vaginal, la evidencia no es suficiente para justificar el uso de la cesárea electiva como estrategia preventiva en mujeres sin trastornos previos del suelo pélvico.
En una revisión narrativa(4) sobre el papel de la cesárea en la prevención de PSP se señala que:
- Si evaluamos todos los factores de riesgo probables, el parto vaginal puede ser sólo uno de esos factores de riesgo; en consecuencia el parto por cesárea en sí no puede revertir todos los demás factores riesgos de PG, y el riesgo de PG en mujeres con parto por cesárea no es cero o muy bajo.
- Los datos científicos disponibles no son suficientes para concluir que la cesárea electiva previene la PSP en una mujer sin trastornos previos.
- El profesional sanitario debe informar a las gestantes sobre las posibles complicaciones del parto por cesárea (como el aumento del riesgo de infección, de eventos tromboembólicos, de pérdida hemática y transfusión, el mayor riesgo de problemas respiratorios neonatales o el aumento del riesgo de placenta previa y placenta ácreta después de cesárea) antes de informar a los pacientes de que la cesárea electiva puede reducir el riesgo a largo plazo de PSP.
- Como conclusión los autores establecen que, a la luz de la actual evidencia la cesárea no debería ser ofrecida a una mujer gestante sin riesgo previo de PSP para la prevención de la incontinencia urinaria de estrés, la incontinencia anal o el PG.
Por último comentar que el sumario de evidencia de Uptodate(5) y un documento de consenso del “National Institutes of Health” sobre la cesárea a petición materna(6), establecen respecto al posible beneficio de esta en la reducción del daño del suelo pélvico (y en concreto en cuanto al riesgo de PG) que aunque existe alguna evidencia de que el parto por cesárea electiva puede reducir el riesgo a largo plazo de PG, las relaciones entre el PG/incontinencia urinaria/incontinencia anal y el embarazo/trabajo de parto/parto vaginal/cesárea no están bien definidos.
*Los datos que aportan dos recientes estudios de cohortes muestran un aumento del riesgo de PG con el parto vaginal espontáneo, en comparación con el parto por cesárea, con valores de odds ratio (OR) que oscilan entre 5,64 (en caso de cesárea sin trabajo de parto previo; intervalo de confianza [IC] del 95%: 2,2-14,7)(7) y 2,55 (IC 95%: 1,98-3,28)(8).
En otro estudio de cohortes(9), las mujeres que tenían todos los partos por cesárea, en comparación con las mujeres cuyos partos fueron todos partos vaginales espontáneos, mostraron ser menos propensas a tener un PG (OR 0,11; IC 95%: 0,03- 0,38).