Tras la revisión de guías de práctica clínica (GPC) y sumarios de evidencia que abordan la utilización de analgésicos opioides en pacientes con dolor crónico de causa no oncológica, no encontramos una decisión consensuada en cuanto a la utilización profiláctica de anti-eméticos para la prevención de las naúseas asociadas a este tratamiento farmacológico. Mientras que todos los documentos plantean como recomendación la utilización de medidas terapéuticas que prevengan el desarrollo de estreñimiento al inicio del tratamiento opiáceo, no hay una recomendación homogénea en cuanto al uso de fármacos profilácticos para prevenir las nauseas/vómitos.
Se han localizado GPC(1-3), sobre el dolor crónico en general, en las que se considera recomendado el tratamiento profiláctica de las nauseas/vómitos asociadas al tratamiento opioide.
En una GPC de 2010(1) se establece como recomendación considerar la posibilidad de un tratamiento anti-emético profiláctico, debido a la alta incidencia de náuseas. (Grado de recomendación A; nivel de evidencia I)*
En una GPC previa(2) se comenta que el estreñimiento y las nauseas/vómitos son problemas frecuentemente asociados con la administración de opiáceos a largo plazo y deben ser anticipados, tratados preventivamente, y monitorizados constantemente.
En la GPC de SIGN sobre el dolor crónico(3) se indica, en el contexto de un ensayo de tratamiento con un opioide potente, que es necesario monitorizar la aparición de efectos adversos y respecto a las nauseas/vómitos señala que habitualmente se desarrolla tolerancia aunque se puede considerar usar un antiemético al inicio del tratamiento.
No obstante, también se identifican otras GPC(4-8), específicas sobre dolor crónico no oncológico, y dos sumarios de evidencia(9,10) en las que no se hace mención a la indicación de profilaxis farmacológica para las nauseas; se considera el uso de anti-eméticos como medida terapéutica, en caso de que se manifieste este efecto adverso.