En base a la información seleccionada la administración de oxígeno a alto flujo en niños con neumotórax espontáneo podría favorecer la reabsorción del gas intrapleural. En neonatos, no obstante, habría que monitorizar al niño de forma cercana en base al potencial riesgo asociado a la hiperoxigenación y en dos recientes estudios de cohortes la administración de oxígeno al 100% no parece mejorar la resolución clínica del proceso respiratorio frente al uso de concentraciones más bajas de oxígeno.
En el caso del neumomediastino no se ha encontrado información que avale la utilización rutinaria de oxígeno al 100%.
Las guías de práctica clínica revisadas(1-3) no incluyen información respecto al manejo de niños con neumotórax espontáneo y los sumarios de evidencia(4,5) que abordan el tratamiento de esta patología en población infantil asumen que, ante la falta de información específica, las medidas a adoptar se extrapolan de las realizadas en adultos.
En cuanto a la utilización de suplementos de oxígeno, en ambos sumarios se comenta la posibilidad de aplicarlos con el objetivo de favorecer la reabsorción del neumotórax:
- En el sumario de evidencia de Dynamed(4) se sugiere la administración de oxígeno suplementario a alto flujo ya que la inhalación de oxígeno reduce la presión parcial de nitrógeno en los capilares, con lo que aumenta la velocidad de reabsorción del gas contenido en el espacio pleural.
- En el sumario de evidencia de Uptodate(5) se recomienda el tratamiento con oxígeno suplementario para todos los pacientes hospitalizados con neumotórax, para acelerar la reabsorción del aire intrapleural. En este caso se indica administrar oxígeno al 100% usando una mascarilla de reinhalación y un caudal mínimo de 15 litros por minuto.
La indicación de oxígeno suplementario a alto flujo también se señala en una revisión de la literatura(6) sobre el manejo del neumotórax en el niño, con el objetivo de tratar de favorecer la reabsorción de gas de la cavidad pleural.
Centrándonos en niños en periodo neonatal, la búsqueda realizada en las bases de datos de estudios ha identificado dos estudios de cohortes retrospectivos(7,8) en los que se evalúa el papel de la administración de oxígeno a elevadas concentraciones frente a otras opciones en recién nacidos (no prematuros) con neumotórax espontáneo:
- En uno de los estudios de cohortes(7) se compara la evolución clínica de neonatos con neumotórax espontáneo a los que se administra oxígeno al 100% (con la finalidad de acelerar la eliminación del nitrógeno y favorecer la resolución del neumotórax) frente a la de neonatos en los que se administra oxígeno suplementario en un flujo basado en los valores de la pulsioximetría (rango de 92 a 95%). De un total de 45 niños que cumplieron los criterios de inclusión, 26 recibieron oxígeno al 100% mientras que 19 neonatos recibieron oxígeno suplementario para mantener unos valores de pulsioximetría de entre 92 y 95% (terapia de oxígeno convencional). Los pacientes en el grupo de oxígeno al 100% recibieron un tratamiento significativamente más largo de oxígeno (21,3 vs 8 h; p <0,001), mayor duración de tratamiento con fluidos intravenosos (48,6 ± 29,9 h vs 31,3 ± 18,8 h; p = 0,03) y tardaron más tiempo en conseguir una alimentación completa (44,1 ± 25,7 h vs 29,5 ± 18,8 h; p = 0,03), en comparación con el grupo de tratamiento con oxígeno dirigido por saturación. El tiempo transcurrido hasta la primera alimentación oral, el tiempo de resolución de la taquipnea y la duración de la estancia fueron similares en ambos grupos. Los autores concluyen el uso de oxígeno al 100% no ofrece ventajas significativas en comparación con la utilización de oxígeno en base a la saturación para el tratamiento sintomático de neumotórax espontáneos pequeños-moderados en los recién nacidos. Además, destacan que la excesiva exposición a hiperoxia conlleva un riesgo sustancial de toxicidad en esta población y consideran que, aunque el oxígeno puede aumentar las tasas de recuperación de un neumotórax grande, la limitada evidencia de sus beneficios no supera las desventajas a corto plazo y el potencial riesgo a largo plazo.
- En el otro estudio de cohortes se compara el impacto de la utilización de diferentes concentraciones de oxígeno en la resolución clínica de los neumotórax espontáneos en neonatos a término tratados con altas concentraciones de oxígeno (HO: FiO2 ≥ 60%), concentraciones moderadas de oxígeno (MO: FiO2 <60%) o el aire ambiente (AA: FiO2 = 21%). Los recién nacidos (N= 92) se clasificaron en tres grupos según el tratamiento recibido: HO (n = 27), MO (n = 35) y AA (n = 30). No hubo diferencias significativas en el tiempo de resolución del neumotórax espontáneo entre los tres grupos, la mediana (rango 25%-75%) de tiempo hasta la resolución fue de: HO = 12 horas (8-27), MO = 12 horas (5-24) y RA = 11 hr ( 4-24) (p = 0,50). Tampoco se entraron diferencias significativas en el tiempo de resolución después de ajustar los resultados en base a posibles factores de confusión (concentración de oxígeno inhalado, el género o la morbilidad respiratoria).
En cuanto al neumomediastino, en el sumario de evidencia de Uptodate sobre el neumomediastino espontáneo en niños y adolescentes(9) se comenta que el tratamiento con oxígeno a alta concentración se ha usado para mejorar la eliminación de nitrógeno, pero probablemente no es necesario excepto en pacientes con síntomas graves. Además, si estos pacientes tienen patología pulmonar o de vías crónica subyacente que predispone a la atelectasia, la terapia de oxígeno al 100% debe ser administrada con precaución, ya que puede conducir a la aparición de una atelectasia.
La búsqueda realizada ha identificado otra revisión narrativa(10) que compendia el abordaje del neumotórax, neumomediastino y el embolismo pulmonar en el niño y no se menciona el uso de oxígeno en el neumomediastino. Se indica que en caso de marcado hipoxia o distrés respiratorio se contemplaría la ventilación mecánica.
En todo caso, tal y como se comenta en los estudios de cohortes seleccionados, a la hora de administrar oxígeno a elevadas concentraciones a niños recién nacidos habría que tener en cuenta los riesgos de la hiperoxigenación. En este sentido, en un sumario de evidencia de Uptodate sobre la monitorización del oxígeno en el recién nacido(11) se recomienda que la oxigenación se mida de forma frecuente en cualquier niño que recibe oxígeno suplementario para prevenir episodios de hipoxemia e hiperoxia, y evitar el uso de oxígeno suplementario excesivo (grado de recomendación 1A: recomendación fuerte; aplicable a la mayoría de los pacientes en la mayoría de las circunstancias).