En base a la bibliografía consultada se sugiere la utilización de una dosis única de antibióticos de amplio espectro (ampicilina o una cefalosporina de primera generación) antes de la extracción manual de la placenta en mujeres con parto vaginal. Sin embargo, esta decisión se basa en datos indirectos ante la ausencia de ensayos controlados aleatorios (ECAs) que avalen la efectividad del uso profiláctico de los antibióticos en esta situación clínica.
Una revisión sistemática de la Cochrane, actualizada en su versión inglesa en 2014(1), se plantea como objetivo evaluar la efectividad y los efectos secundarios del uso sistemático de antibióticos para la extracción manual de la placenta en el parto vaginal. La búsqueda de trabajos se centró en ECAs que comparasen la profilaxis con antibióticos frente a placebo o la no utilización de antibióticos para prevenir la endometritis después de la extracción manual de la placenta en el parto vaginal.
Tras la revisión de la literatura no se identificó ningún ensayo en el que se evaluase si las mujeres con placenta retenida después de dar a luz se beneficiarían de la utilización de rutina de antibióticos antes de la extracción manual de la placenta.
Los autores establecen como implicaciones para la práctica que no hay ECAs que determinen si los antibióticos profilácticos reducen la incidencia de endometritis y añaden que los profesionales sanitarios pueden considerar la sugerencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de utilizar una dosis única de ampicilina (2 g por vía intravenosa [IV]) más metronidazol (500 mg IV) o cefazolina (1 g IV) más metronidazol (500 mg IV) para la extracción manual de la placenta en el parto vaginal. La base de esta recomendación es que los antibióticos recomendados cubren la flora aeróbica y anaeróbica comúnmente identificada en el tracto genital; están ampliamente disponibles; son baratos y seguros; y se utilizan sólo en el momento del procedimiento para reducir la carga bacteriana durante el proceso (en línea con los principios de la profilaxis antibiótica para la cirugía).
Como implicaciones para la investigación se indica en la revisión que son necesarios de forma urgente ECAs multicéntricos que comparen la profilaxis con antibióticos frente a placebo o ningún uso de antibióticos para prevenir la endometritis después de la extracción manual de la placenta en el parto vaginal. El tamaño de la muestra para detectar la disminución de la incidencia de endometritis del 6% al 3% con un 80% de potencia y un nivel de significación del 0,05 es aproximadamente de 780 para una comparación de dos grupos.
En la actualización de 2012 de la guía de práctica clínica (GPC) de la OMS sobre la prevención y el tratamiento de la hemorragia posparto primaria(2) “Se recomienda la administración de una dosis única de antibióticos (ampicilina o cefalosporina de primera generación), si se lleva a cabo la extracción manual de la placenta”. (Recomendación débil, pruebas científicas de calidad muy baja)
Se indica como observación que “No hubo pruebas científicas directas disponibles sobre el valor de la profilaxis con antibióticos después de la extracción manual de la placenta. El GDG consideró pruebas científicas indirectas del beneficio de los antibióticos profilácticos de estudios sobre la cesárea y el aborto, así como estudios observacionales sobre otras manipulaciones intrauterinas”.
En una GPC sobre la utilización de profilaxis antibiótica ante procedimientos obstétricos(3) se señala la limitada información existente en relación al uso profiláctico de antibióticos en mujeres con extracción manual de la placenta retenida y se indica que, aunque la OMS sugiere que se debe ofrecer la profilaxis, reconoce que no hay evidencia directa del valor de esta medida y que basa la recomendación en estudios con mujeres sometidas a cesárea o tras aborto, y en estudios observacionales de otras manipulaciones intrauterinas.
Como recomendación concreta se comenta en guía que no hay pruebas suficientes para argumentar a favor o en contra del uso de antibióticos profilácticos para reducir la morbilidad infecciosa de la extracción manual de la placenta. (Grado de recomendación III: recomendación basada en la opinión de autoridades respetadas, en la experiencia clínica, estudios descriptivos o informes de expertos).
En otra GPC más reciente(4), sobre si la profilaxis antibiótica era adecuada en mujeres con parto vaginl sometidas a extracción manual de la placenta, se menciona que aunque es una práctica común el administrar antibióticos profilácticos a estas mujeres, no existen datos que apoyen esta práctica.
Por último, lo autores del sumario de evidencia de Uptodate sobre la placenta retenida(5) manifiestan su acuerdo con la OMS en cuanto a la indicación de administrar una dosis profiláctica única de un antibiótico de amplio espectro (por ejemplo, ampicilina o una cefalosporina de primera generación) antes de la extracción manual de la placena (grado de recomendación 2C: recomendación muy débil; otras alternativas pueden ser igualmente razonables), aunque reconocen igualmente que no existen datos para apoyar o refutar esta práctica.
La búsqueda en la bases de datos de estudios Medline y Embase no ha identificado ECAs de reciente publicación que permitan establecer conclusiones al respecto.