La detección casual de quistes pineales en estudios de Resonancia Magnética (RM) es frecuente, variando mucho su prevalencia en función de la técnica empleada (oscila del 1 al 35% de los adultos). No se han identificado guías de práctica clínica, ni ensayos clínicos que evalúen diferentes opciones durante el seguimeinto y las recomendaciones están basadas en series de casos. De acuerdo con estos estudios, en las personas adultas asintomáticas en las que se ha detectado accidentalmente un quiste pineal, el seguimiento sería clínico, sin necesidad de realizar pruebas de imagen. En los casos detectados en pediatría (sobre todo en niños menores de 6 años) podría estar indicado un seguimiento clínico y con pruebas de imagen durante un tiempo, para asegurar la estabilidad. En los casos en los que se detecte crecimiento del quiste y/o aparición de síntomas habría que hacer una valoración de opciones terapéuticas neuroquirúrgicas.
El sumario de evidencia de Uptodate(1) en relación a los quistes pineales asintomáticos señala que:
- Del 1 al 4% de personas sanas se detecta en RM quistes pineales.
- La mayoría de quistes son silentes y permanecen así durante muchos años. En algunos casos se colapsan y desaparecen espontáneamente y otros, los menos, pueden aumentar de tamaño. Es importante diferenciar en los estudios de imagen los quistes pineales con los tumores pineales de parénquima.
- Cita una serie amplia de casos en pediatría(2) en los que se realizó un seguimiento con RM. De 106 pacientes en los que se detectó un quiste pineal, en 98 no aumentaron de tamaño desde su detección, en 6 aumentaron de tamaño y 2 mostraron cambios en sus características sin que aumentara el tamaño. Los detectados a una edad más joven tenían mayor tendencia al crecimiento del quiste. La edad media de los pacientes en los que aumentaba el tamaño era de 5,5 años y de 12,2 años en los que el tamaño fue estable. Ni el tamaño inicial, ni el sexo, ni la apariencia de la RM fueron predictores de crecimiento del quiste. Concluye que, en niños pequeños, podría estar recomendado la realización periódica de RM y que podría ser optativo su realización en niños de mayor edad.
- Los quistes pineales pequeños y asintomáticos no requieren ningún tratamiento. Si crecen y/o producen síntomas, sería necesario hacer una valoración de las opciones terapeúticas de neurocirugía.
- Algunos autores recomiendan seguimiento con estudios de neuro-imagen para asegurar la estabilidad, sobre todo en quistes más grandes, de tamaño de 10 a 14 mm; dado que si aumentaran algo de tamaño podrían producir síntomas. Mientras que otros autores optan por un seguimiento exclusivamente clínico.
Una serie amplia de casos en adultos (> 18 años) muestra que de 48.417 estudios consecutivos de RM cerebral, en el 1% se detectaron quistes pineales asintomáticos de un tamaño igual o mayor a 5 mm (3). En los 151 pacientes que se siguieron al menos 6 meses (media de 3,4 años), 124 permanecieron estables, en 23 disminuyó el tamaño y solo en 4 aumentó el tamaño del quiste. Los quistes con mayor tamaño en el momento de la detección fueron en los que, con mayor frecuencia, disminuyó su tamaño posteriormente. Ni el sexo, ni la edad,ni la presencia de septos en el momento del diagnóstico, se asoció a cambios en la evolución. El estudio concluye que, en adultos asintomáticos, no sería obligado la realización de pruebas de imagen durante el seguimiento.
Dos revisiones sistemáticas de la literatura(4,5) coinciden en que la gran mayoría de los quistes pineales no aumentan de tamaño con el tiempo y, dado que hay un cierto riesgo de un comienzo brusco súbito a edades más tempranas, se recomienda un seguimiento radiológico y clínico en la edad pediátrica.
En series de pacientes, o de adultos sanos, cuando se utilizan técnicas de RM de alta resolución la prevalencia de detección de quistes pineales aumenta hasta un 25, o un 35% de los casos(6,7).
Un informe rápido de evaluación de tecnologías sanitarias canadiense publicado en 2012(8), no identificó ni ensayos clínicos, ni guías de práctica clínica para el diagnóstico y tratamiento de quistes pineales. Señala su elevada detección con estudios de RM y que hay evidencia limitada sobre las recomendaciones de diagnóstico y de seguimiento, al estar basada en estudios de series de casos.