La búsqueda no ha identificado estudios por los que determinados alimentos deban ser evitados totalmente en pacientes adultos diagnosticados de hipotiroidismo, al estar contraindicados. Las proteínas de soja pueden interferir con la absorción de la hormona tiroidea y quizás deba ser limitado su empleo en estos pacientes. En casos de hipotiroidismo congénito el consumo de proteínas de soja puede asociarse a mayores necesidad de hormonas tiroideas, necesidades que se normalizan al suspender la alimentación a base de leche de soja.
Una revisión narrativa publicada en 2006(1) señala que la soja interfiere con la absorción de la hormona tiroidea sintética y podría incrementar las necesidades de tiroxina en pacientes diagnosticados de hipotiroidismo; sin embargo no sería preciso evitar totalmente su consumo.
Diversos casos o series de casos de hipotiroidismo congénito (2,3,4) advierten que en niños con alimentación basada en fórmula con leche de soja, por la interferencia con la absorción de hormona tiroidea, se incrementa el período de normalización de TSH, y las dosis de hormona tiroidea administradas deben ser mayores; reduciendo estas necesidades al modificar la alimentación y suprimir la soja.
Un ensayo clínico randomizado cruzado realizado en 60 pacientes diagnosticados de hipotiroidismo subclínico(5), comparó los efectos del tratamiento durante 8 semanas con de una dieta baja en fitoestrógenos (suplementos de 30 g. de proteínas de soja con 2 mg de fitoestrógenos), con una dieta con alto contenido en fitoestrógenos (30 gr de soja con 16 mg de fitoestrógenos, representativa de una dieta vegetariana). Durante la fase de tratamiento con dieta elevada de fitoestrógenos, 6 pacientes progresaron a un diagnóstico de hipotiroidismo "abierto", mientras que ningún paciente progresó durante el tratamiento con dosis baja de fitoestrógeno. Extrapolando los datos de este período de 8 semanas, al cálculo de la tasa por progresión a hipotiroidismo en un año se podría esperar una incidencia de 3,36 casos cuando son tratados con dosis elevadas de fitoestrógenos; lo que equivale a una razón estandarizada de la tasa de incidencia de 3,6 (IC al 95% de 1,9 a 6,2), o sea que en este estudio, el suplemento con 16 mg de fitoestrógeno incrementó más de 3 veces la progresión de hipotiroidismo subclínico a hipotiroidismo "abierto".
Una información dirigida a pacientes de la Clínica Mayo(6) concluye que "si los pacientes diagnosticados de hipotiroidismo deben evitar alimentos con soja, es un tema todavía a debate. El hipotiroidismo es tratado habitualmente con hormonas tiroideas sintéticas y hace mucho tiempo que se piensa que la soja disminuye su capacidad de absorción. Sin embargo no hay evidencia para que los pacientes diagnosticados de hipotiroidismo deban evitar completamente la soja de la alimentación". Sí que recomienda que la hormona tiroidea se tome con el estómago vacío y que pasen cuatro horas hasta que se ingieran alimentos que contengan soja.