Se ha encontrado un Sumario de Evidencia (SE) de Uptodate que indica que los opioides sintéticos, como el tramadol, no son detectados por medio del cribado ordinario; y un estudio recomienda que en los laboratorios se disponga, además de las pruebas estándar de detección de drogas, otras mas específicas. Por otra parte, una ficha técnica del tramadol y un informe de evaluación señalan que es un analgésico opiáceo que se debe dar con precaución a personas dependientes de los opioides. Se indica que puede llevar a la dependencia física o psicológica. Se indica la disparidad en los resultados de investigación con respecto al riesgo de dependencia y abuso.
Un SE de Uptodate (1) sobre las pruebas de abusos de drogas indica que los opioides sintéticos ampliamente utilizados, entre ellos el tramadol, no son detectados por el cribado rutinario de opiáceos, mediante las pruebas de detección en orina que se utilizan normalmente en muchos laboratorios.
Con respecto a las pruebas para detectar abuso de Fenciclidina, señala que existen ensayos con resultados de falsos positivos en personas que toman tramadol.
Un estudio(2) evalúa en 1.854 muestras de orina si el panel de análisis de orina estándar de un laboratorio noruego puede detectar la mayoría de las sustancias de abuso potencial (incluye el tramadol). Las sustancias que no fueron cubiertas por el panel de pruebas estándar se detectaron en 123 muestras (6,6%), por ejemplo: en cuatro (0,2%) muestras de tramadol, en 83 (4,5%) muestras de pregabalina, en 33 (1,8%) muestras de metilfenidato, y en 1 (0,05 %) muestra de lorazepam. El estudio indica que la mayoría de las drogas de abuso son detectados por los análisis comunes de orina de rutina, pero los laboratorios que ofrecen análisis de abusos de drogas en orina deben tener métodos disponibles para detectar la pregabalina y el metilfenidato además de las incluidas en el panel estándar.
La ficha técnica del Tramadol(3) de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, señala que: es un analgésico opiáceo; no es un sustituto apropiado en los pacientes dependientes de los opiáceos; pueden presentarse síntomas, propios del síndrome de abstinencia, similares a los que aparecen con la privación de opiáceos; puede administrarse únicamente bajo precauciones especiales, a pacientes dependientes de los opioides.
La evaluación de fármacos de Lexicomp(4) sobre el Tramadol señala que es un analgésico opiáceo de acción central, que produce muchos efectos farmacológicos similares a los de otros opioides. Se indica para el tratamiento del dolor moderado a moderadamente grave en adultos.
La "Drug Enforcement Agency" (DEA) de Estados Unidos (www.deadiversion.usdoj.gov) incluyó en agosto de 2014 el Tramadol en la Sección IV del Acta de Sustancias Controladas, esta inclusión indica que el medicamento puede llevar a la dependencia física o psicológica y se aplica a todas las sales, isómeros y sales de isómeros del Tramadol.
Recomienda tomar precauciones en su uso cuando, entre otras enfermedades, existe abuso de drogas o alcoholismo agudo. Se debe utilizar con precaución en pacientes con estos antecedentes, pues existe una potencial dependencia. En consecuencia, se advierte que los profesionales de salud deben estar alerta a problemas de abuso, uso indebido y desviación. Con respecto a la retirada, se debe tener en cuenta que tras uso prolongado pueden darse síntomas de abstinencia; la interrupción abrupta debe ser evitada.
Un cuestionario(5) realizado a 1204 médicos para evaluar actitud y conocimiento sobre el uso óptimo de los opioides (incluye el Tramadol) y descubrir las barreras para el manejo del dolor por cáncer, señala que una de las cuatro grandes barreras percibidas a la hora de la prescripción de este tipo de analgésicos fue el riesgo de drogadicción (13,1%), además de: efectos secundarios (18,5%), riesgo de intolerancia (15,6%) y déficit de conocimiento sobre los analgésicos opioides (15,1%).
Un informe sobre el Tramadol(6) del Consejo Asesor sobre el Abuso de Drogas inglés, con respecto al riesgo de dependencia y abuso, indica la disparidad en cuanto a los resultados de investigación. Unos concluyen que el tramadol tiene propiedades farmacodinámicas y farmacocinéticas que son muy poco probable que conduzcan a la dependencia; otros afirman que si bien se puede producir el abuso de tramadol, la incidencia es bastante baja, alrededor de un caso por 100000; sin embargo, algunos autores han sugerido el 6.9/1000 en algunas cohortes de usuarios. También señala que un estudio realizado en Gaza, donde el Tramadol se prescribe con receta médica, muestra que es uno de los medicamentos con los que se trafica entre pacientes con adicción a los opiáceos
En 2006, un comité de expertos en fármaco-dependencia de la OMS concluyó que, a pesar de un aumento de su uso, hay un bajo nivel de mal uso y que no había pruebas suficientes para justificar una mayor revisión.
Un estudio posterior(7), que evalúa la eficacia de un programa de tratamiento de adicción (Comunidad Terapéutica), mide los resultados haciendo a los participantes un test de orina para comprobar si eran positivos al tramadol, entre otras sustancias.