Tan solo hemos encontrado referencia al empleo de antibióticos tras una picadura (pinchazo de las espinas) de pez araña en revisiones narrativas, que lo recomienda - sin que aporte ninguna referencia o estudio en que basarse- si la herida está infectada, o tras el pinchazo en pacientes inmunodeprimidos.
El pez araña habita aguas pocas profundas del Atlántico y del Mediterráneo y al pinchar con la espinas dorsales inyecta una toxina que provoca síntomas locales (dolor, prurito, edema, vasoconstricción) y sintomatología general ( mareo, cefalea, náuseas, vómitos, hipotensión, calambres musculares) que en raras ocasiones puede ser grave(1-5).
- El tratamiento principal, dado que la toxina es termolábil, es el calor local. La aplicación de fomentos calientes o la inmersión de la parte afectada en agua muy caliente (45º C o la máxima temperatura que pueda tolerar el paciente sin inducir una lesión térmica) durante 30 minutos alivia el intenso dolor de este tipo de lesiones.
- Deben indicarse analgésicos por vía general.
- La limpieza de la herida comprende la irrigación de la misma con cualquier diluyente a mano (como agua de mar) y la retirada de restos tegumentarios o de espinas. Una vez limpia debe explorarse y desbridarse cuidadosamente en condiciones asépticas. No se suturará la herida, para que cicatrice por segunda intención.
En una series de casos, se describen 24 pinchazos accidentales con pez araña y en ninguno de ellos se administró antibióticos(2).
De la literatura revisada se han identificado dos casos(4,5) en los que por el aspecto de la lesión cuando fue atendido se indicó antibióticos de forma parenteral. En la revisión narrativa, que acompaña la descripción de los casos, y sin que se justifique en estudios experimentales, se indica que sólo en los pacientes inmunocomprometidos o en lesiones de riesgo se indicaría el uso de antibióticos, por vía parenteral(3,4,5).