Un estudio de laboratorio y las recomendaciones de dos guías de práctica clínica, coinciden en que sería suficiente, salvo en lactantes en riesgo, lavar bien con agua y jabón el biberón y la tetina empleada en alimentación con fórmula infantil.
En el estudio de laboratorio(1) contaminaron artificialmente los biberones y probaron diversas estrategias de limpieza y desinfección, comprobando la carga de gérmenes tras el procedimiento. El lavado con agua jabonosa y posterior enjuague con agua del grifo era similar en la reducción de gérmenes al hervir y a la utilización de hipoclorito sódico. Concluye que el lavado con jabón, enjuague posterior y el cuidado con el almacenamiento y elaboración de la fórmula es un método seguro de alimentación infantil.
Una guía de práctica clínica de la OMS(2) aporta recomendaciones para el empleo de la alimentación artificial en el marco de instituciones sanitarias y en casa; insistiendo en la promoción de la lactancia materna, entre otros motivos para reducir la tasa de infecciones.
- En lactantes de riesgo para infecciones entéricas indica hervir el biberón, o utilizar otro medio comercial accesible, siguiendo las instrucciones del fabricante.
- Como procedimiento habitual, recomienda:
- 1º lavado de las manos con agua y jabón
- 2º Limpiar tetinas y biberones con agua jabonosa caliente
- 3º Enjuagar con agua que sea "segura".
La guía del programa de atención al niño de la Consejería de Sanidad de la Región de Murcia (3)señala que "para la preparación de biberones deben lavarse bien las manos con agua y jabón. No es necesario hervir los biberones, es suficiente con lavarlos con agua y jabón utilizando un cepillo adecuado para la limpieza. El agua utilizada no tiene que hervirse pues altera el sabor y concentra las sales minerales, es más adecuado utilizar agua de grifo. Si se utilizan aguas minerales deben ser de bajo contenido en sales minerales (menos de 25 mg/l de sodio y menos de 0,3 mg/l de flúor)".