No hemos identificado ningún estudio prospectivo controlado que evalúe la realización, de manera rutinaria, de pruebas de imagen en el seguimiento de mujeres tratadas de cáncer de ovario y en una situación de remisión de la enfermedad. Las guías de práctica clínica más recientemente actualizadas aconsejan, en estas pacientes, un seguimiento en base a los síntomas clínicos y recomiendan la realización de un estudio de imagen, solo si los síntomas u otros criterios clínicos lo determinan. Dentro de los estudios indicados para confirmar una recidiva, un panel de expertos señala, como la mejor opción, el realizar una tomografía computarizada (TC) abdomino-pélvico con contraste.
Una revisión sistemática de la Biblioteca Cochrane, publicada en 2011, fue realizada con el objetivo de comparar los efectos beneficiosos potenciales de diferentes estrategias de seguimiento en mujeres con cáncer de ovario epitelial después de concluido el tratamiento primario(1). Sólo encontró un ensayo clínico aleatorizado que cumpliera los criterios de inclusión. Este ensayo incluyó 529 mujeres con un seguimiento de los niveles de CA 125, e informó de datos sobre el tratamiento inmediato versus tardío en mujeres con confirmación de la remisión y concentración de CA125 normal, sin pruebas radiológicas de enfermedad después de la cirugía y la quimioterapia de primera línea. La supervivencia general no mostró diferencias significativas entre los brazos de seguimiento inmediato y tardío después de una mediana de seguimiento de 56,9 meses (cociente de riesgos instantáneos [CRI] no ajustado 0,98; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,80 a 1,20; P = 0,85). Los autores de la revisión concluyeron que:
- Hay una falta de estudios aleatorios sobre la mayoría de los aspectos de la atención de seguimiento después del tratamiento para los cánceres ováricos epiteliales.
- Las pruebas limitadas de un ensayo único indican que la vigilancia habitual con CA125 en pacientes asintomáticas, con tratamiento en el momento de la recidiva del CA125, no parece ofrecer ventajas para la supervivencia comparada con el tratamiento en el momento de la recidiva sintomática..
- De acuerdo a estudios retrospectivos, o sin grupo control, el examen radiológico habitual no ha mostrado ser beneficioso en las mujeres asintomáticas.
- Se necesitan ensayos controlados aleatorios para comparar el efecto de los diferentes tipos de seguimiento sobre los resultados de supervivencia, calidad de vida, costo y efectos psicológicos. Igualmente son necesarios ensayos prospectivos para evaluar el seguimiento hospitalario versus otras estrategias de seguimiento, incluidas las guiadas por personal de enfermería, las iniciadas por la paciente, las que utilizan el teléfono o las realizadas por un médico de familia.
Ni las guías de práctica clínica revisadas(2,3,4), ni los sumarios de evidencia(5,6) aconsejan en el seguimiento de estas pacientes la realización de una prueba de imagen de manera rutinaria.
- La guía de práctica clínica escocesa, actualizada en 2013(2) recomienda, tras un tratamiento con remisión de una mujer diagnosticada de cáncer de ovario, el seguimiento basado en los síntomas. En ausencia de síntomas sugestivos de una recurrencia la medición rutinaria de CA125 no sería obligado.
- La guía australiana(4) tampoco aconseja la realización de estudios radiológicos de rutina en el seguimiento. Destaca la necesidad de valorar, de forma conjunta con la mujer afectada y en base a sus necesidades, la agenda de seguimiento, sin que haya una frecuencia de citas en consulta preestablecida.
Un panel de expertos en radiología(7) aunque no establece una recomendación clara en cuanto a su realización en pacientes asintomáticas, ni sobre su periodicidad, señala al TC de abdomen y pelvis con contraste como la prueba de imagen idónea para confirmar, o descartar, la presencia de una recidiva de cáncer de ovario.