Los estudios revisados, y las recomendaciones de guías de práctica clínica, señalan que, en pacientes atendidos tras un traumatismo abdominal, no estaría indicado realizar el estudio de Tomografía Axial Computarizada (TAC) con contraste oral de forma complementaria al TAC con contraste intravenoso (IV); ya que no mejora la rentabilidad de la prueba y puede retrasar el diagnóstico. No se ha identificado ningún estudio que evalúe la realización de un TAC adicional sin ningún tipo de contraste.
El sumario de evidencia de Uptodate(1) concluye que, en los pacientes atendidos tras un traumatismo abdominal, que reúnen criterios de solicitud de pruebas de imagen y que están hemodinamicamnete estables, el TAC multicorte con contraste IV sería la prueba de elección. Señala también que no se precisa realizar TAC con contraste oral ya que retrasa el diagnóstico y son muy raras las ocasiones en que contribuye al diagnóstico de la lesión.
Una pregunta clínica, realizada en 2008 para contestar a la cuestión ¿que añade el TAC con contraste oral en pacientes atendidos con traumatismo abdominal?(2) , localizó 13 referencias de interés en la pregunta ( 2 estudios prospectivos, 1 ensayo clinico randomizado y el resto fueron series retrospectivas). La conclusión principal fue que, aunque la administración de contraste oral no se asocia con un mayor riesgo de aspiración, la realización de un TAC con contraste oral retrasa el diagnóstico y no aporta un incremento de la sensibilidad y de la especificidad para detectar lesiones intraabdominales en relación con la realización únicamente del TAC con contraste IV.
Posterior a 2008 no se han identificado nuevos estudios que analicen esta cuestión. Una revisión narrativa, publicada en marzo del 2012(3), destaca que hay una ausencia importante de investigaciones para contestar esta misma pregunta en los últimos 10 años. Así mismo cuestiona los resultados de los escasos estudios publicados, en base al tamaño pequeño de la muestra, a los pocos pacientes ancianos incluidos, a los pocos centros diferentes que participaron y a la baja incidencia de muchas lesiones.Todo ello no permite generalizar los resultados de los trabajos. Concluye que, aunque todos los estudios realizados apoyan que no es necesario realizar un TAC con contraste oral previo al IV en pacientes con traumatismo abdominal, el bajo nivel de la evidencia limita el valor de la recomendación y hace necesario contar en el futuro con más investigaciones que aporten mayor validez externa.
Las dos guías de práctica clínica que establecen recomendaciones de estudios de imagen en el paciente con traumatismo abdominal(4,5) recomiendan, en caso de estar indicado pruebas de imagen y en el paciente hemodinámicamente estable, la realización de un TAC multicorte con contraste IV.
- Una guía publicada en 2011(4) señala, con un nivel de recomendación B* , que no es preciso solicitar un TAC con contraste oral en el estudio del paciente que consulta por traumatismo abdominal. Recoge también que, en todos los trabajos de investigación realizados, se incluyó la realización de un TAC con contraste IV.
- La guía del "American College of Radiology" actualizada en 2012 (5), concluye que:
- En el paciente inestable atendido por un traumatismo abdominal, no es lo más apropiado realizar un TAC de abdomen y de pelvis.
- En el paciente estable la prueba de elección es el TAC abdominal multicorte. El TAC debe realizarse con contraste IV para identificar daño visceral, vascular o intestinal. Tan solo contempla la posibilidad de realizarlo sin contraste, en los casos de reacción severa previa al contraste, o en presencia de insuficiencia renal grave. Señala también que no es preciso realizar un TAC previo con adminsitración de contraste por vía oral.
*revisar los niveles de evidencia en el texto completo de la guía.