La información localizada tras la búsqueda en los recursos habituales no permite establecer conclusiones respecto a cuándo habría que realizar una prueba de la tuberculina en un paciente con una infección reciente por varicela, aunque sí parece claro que durante la infección disminuye la reactividad a dicha prueba y el resultado obtenido podría ser un falso negativo.
Tan sólo en un sumario de evidencia de Dynamed(1) se aconseja diferir la prueba 5 o 6 semanas al establecer este tiempo como el periodo en que la sensibilidad cutánea puede mantenerse deprimida o suprimida después de una infección viral.
La guía de práctica clínica australiana(2) sobre la prueba de la tuberculina establece como contraindicación para su utilización el haber sufrido recientemente una infección significativa como sarampión o varicela. No menciona, sin embargo, el momento en que se debería realizar la prueba en estos pacientes.
El sumario de evidencia de Uptodate sobre la infección latente por tuberculosis en niños(3), identifica como causa de resultado falso negativo del test cutáneo de tuberculina, el tener una infección viral como sarampión, parotiditis o varicela, aunque no hace mención a la actitud a seguir sobre el momento de cuando realizar el test en el caso de que se padezca o recientemente se haya padecido una de estas infecciones.
También el sumario de evidencia de Dynamed sobre la tuberculosis latente(4) señala, como factor asociado a un resultado falso negativo de la prueba de tuberculina, infecciones como el sarampión, la parotiditis, la varicela, el VIH, la fiebre tifoidea, brucelosis, el tifus, la lepra, la tos ferina, la tuberculosis diseminada, la pleuritis tuberculosa, o la blastomicosis sudamericana.
El sumario de evidencia de Dynamed sobre la tuberculina(1) comenta que la reactividad de la prueba cutánea esté posiblemente deprimida o suprimida durante 5-6 semanas después de infecciones virales, la inmunización con ciertas vacunas de virus vivos, o del cese de un tratamiento con corticosteroides o inmunosupresores. Aconseja aplazar la prueba en los pacientes en estas situaciones clínicas.
La última edición del Red Book de la “American Academy of Pediatrics”(5) en relación a la infección por varicela y la prueba de la tuberculina indica que aproximadamente del 10 al 40% de los niños inmunocompetentes con enfermedad de tuberculosis documentada por cultivo no reaccionan inicialmente a una prueba de la tuberculina. Los factores del huésped, como la corta edad, mala nutrición, inmunosupresión, otras infecciones virales (especialmente sarampión, varicela y gripe), infección reciente por tuberculosis y enfermedad de tuberculosis diseminada pueden disminuir la reactividad a la tuberculina.
La búsqueda en las bases de datos de estudios Pubmed y Embase de trabajos sobre tuberculosis y varicela tan sólo ha localizado dos estudios publicados en la década de los 60. En uno de ellos(6) se analiza la supresión de la reactividad a la tuberculina durante el proceso de varicela, y en el otro se describen los efectos de la varicela pero en niños afectos de tuberculosis(7).