La lectura de los sumarios y estudios de síntesis seleccionados, coinciden en señalar que la medición del antígeno de cáncer de próstata 3 en orina (PCA3) podría ser de utilidad en pacientes con PSA elevado, o con tacto rectal sospechoso, para reducir el número de pacientes a los que se les realice biopsia de próstata. Sin embargo esta prueba está todavía en una fase experimental, sin que en este momento haya una recomendación para su empleo rutinario en la clínica.
De una revisión sistemática realizada para evaluar la eficacia de las técnicas diagnósticas basadas en el gen PCA3 para el diagnóstico del cáncer de próstata y publicada en el 2010(1), destacamos que:
- Se incluyeron 14 estudios de pruebas diagnósticas, de calidad moderada-alta.
- Los autores de la revisón informaronn de posibles sesgos de publicación y de heterogeneidad en los estudios incluidos.
- La sensibilidad estuvo comprendida entre 46,9-82,3%; la especificidad osciló entre 56,3-89%; el valor predictivo positivo tuvo un rango de 59,4-97,4%; y el valor predictivo negativo entre 87,8-98%. El metanálisis detectó la existencia de efecto umbral y de heretogeneidad entre los estudios, ofreciendo valores de sensibilidad global de 0,85 (IC 0,84-0,87), especificidad de 0,96 (IC 0,96-0,97), cociente de probabilidad positivo de 22,21 (IC 15,12-32,63) y negativo de 0,15 (IC 0,13-0,18).
- Entre las conclusiones destacan:
- Las técnicas de detección con el gen PCA3, presentan aceptables índices de validez diagnóstica para poder usarlas en el diagnóstico de cáncer de próstata.
- Según los resultados discutidos, la utilización de este método no invasivo para la detección precoz de cáncer de próstata permitiría reducir de manera significativa el número de biopsias repetidas en pacientes con niveles de PSA mayor de 3ng/ml.
- El test diagnóstico puede resultar especialmente útil para aquellos pacientes con cifras de PSA comprendidas entre 2-5ng/ml ya que la sensibilidad en este rango alcanza el 71% y la especificidad supera el 90%.
- Otro aspecto a valorar previo a la decisión de su implantación generalizada junto con el rendimiento diagnóstico sería la comparación en términos económicos por lo que sugieren la necesidad de realización de evaluaciones económicas en este ámbito, combinado los datos de eficacia y costes.
Un informe de evaluación de tecnologías sanitarias publicado en el 2011(2) en relación a la utilidad diagnóstica del gen PCA3, resume entre sus conclusiones que:
- En hombres con una alta probabilidad de tener cáncer de próstata, por el nivel del PSA o por sospecha en el tacto rectal, realizar la determinación del PCA3 aumenta algo la fiabilidad diagnóstica de cáncer de próstata. En algunos pacientes la prueba podría contribuir a un diagnóstico precoz de cáncer de próstata.
- Una ventaja es que el valor no se altera por haber realizado una biopsia previamente con resultados negativos.
- Sin embargo la prueba (un resultado negativo) no descarta totalmente la presencia de cáncer de próstata en hombres con elevado riesgo de padecerlo.
- La inclusión de esta prueba para decidir a que pacientes se le realiza una biopsia supone un coste más elevado que la realización de biopsia a todos los hombres con un riesgo elevado de padecer cáncer de próstata.
- La importancia clínica de la medición del gen de PCA3 precisa de más estudios de investigación y debe evaluarse bien su efecto en el curso natural de la enfermedad y en la mortalidad.
- Para poder evaluar los beneficios del paciente, por el empleo rutinario del PCA3, se precisa de una mayor evidencia en relación al valor que aporta sobre otros factores de riesgo, como la edad, el valor de la concentración del PSA, el tacto rectal y los resultados de las biopsias previas.
Los sumarios de evidencia (3,4) , la guía de práctica clínica(5) y otro informe de evaluación(6)revisados coinciden en la utilidad potencial que la medición en orina del PCA3 puede tener en reducir el número de biopsias en pacientes con un nivel de PSA elevado; pero señalan problemas metodológicos, e insuficientes datos en resultados en salud, para recomendar su utilización clínica de rutina.