Tan solo se han identificado dos referencias que analizan, en pacientes diagnosticados de una tendinitis del manguito de los rotadores, la efectividad del corticoide administrado de forma periarticular en el hombro, comparada con la administración intramuscular; sin que se puedan establecer conclusiones a favor de una u otra vía. En guías de práctica clínica y en sumarios de evidencia, aunque se reconoce la ausencia de datos empíricos concluyentes, se indica la aplicación de inyecciones en la zona del hombro con corticoides, cuando no hay mejoría tras tratamiento con analgésicos y fisioterapia.
Se han encontrado dos ensayos clínicos que comparan, en pacientes diagnosticados de un hombro doloroso, la administración de corticoide por vía intramuscular con la administración en una inyección subacromial:
- Un ensayo clínico no randomizado, publicado en 1978, informa de 180 pacientes diagnosticados de tendinitis del supraespinoso en los que se comparó la administración de placebo, de corticoide de depósito periarticular, o del mismo corticoide intramuscular (1). El resumen del artículo no informa de resultados, sin que haya sido posible leer el artículo a texto completo.
- Un ensayo clínico controlado randomizado, publicado en 2009(2), incluyó a 106 patients con una tendinitis del manguito de los rotadores con, al menos, tres meses de evolución. Fueron distribuidos en dos grupos de forma aleatoria: a un grupo (tratamiento local) se le administró triamcinolona y lidocaína en inyección subacromial; y lidocaína en inyección intramuscular. Al otro grupo (tratamiento sistémico), se administró la triamcinolona con lidocaína por vía intramuscular; y una inyección con lidocaína por vía subacromial. A las seis semanas del tratamiento no hubo diferencias estadísticamente significativas ni en el dolor del hombro, ni en el índice de incapacidad. Tan solo hubo unas pequeñas diferencias estadísticamente significativas, a favor del tratamiento local, en dos variables secundarias (índice de Westwern Ontario y cambio en la queja principal). El ensayo concluye que no hay diferencias importantes clínicamente con la administración sistémica o subacromial del corticoide en pacientes diagnosticados de enfermedad del manguito de los rotadores del hombro.
La búsqueda ha identificado dos ensayos clínicos que comparan la administración de corticoides orales con la infiltración intraarticular de corticoides:
- En un ensayo randomizado, 40 pacientes diagnosticados de capsulitis adhesiva idiopática del hombro fueron tratados con corticoides orales, o con 3 inyecciones intraarticulares de corticoides(3). El seguimiento se realizó a las 4, 8 y 12 semanas; y a los 6 y 12 meses. El empleo de corticoides, mediante inyección intraarticular, mostró resultados superiores comparado con la administración oral en amplitud de movimientos, evaluación del dolor y satisfacción del paciente.
- En otro ensayo, 26 pacientes con síndrome de hombro congelado fueron distribuidos en dos grupos . En uno se le administró triamcinolona intraarticular y en el otro se indicó por vía oral(4). En el grupo de triamcinolona intraarticular la proporción de mejoría a la semana de la administración (62%) fue mayor que en el grupo que se tomó por vía oral (14%).
Las revisiones sistemáticas de la Biblioteca Cochrane sobre capsulitis adhesiva(5) y hombro doloroso(6) tampoco informan de otros ensayos clínicos realizados comparando diferentes vías de administración de corticoides.
- En la revisión sobre los corticoides orales para la capsulitis adhesiva, actualizada en 2006(5), los autores concluyen que los esteroides orales proporcionan beneficios significativos a corto plazo en el dolor, en el arco de movilidad del hombro y en la función en la capsulitis adhesiva, pero el efecto no puede mantenerse más allá de seis semanas. No hay pruebas fiables para apoyar o refutar la eficacia de los esteroides orales comparados con otros tratamientos (específicamente la inyección de corticosteroides intraarticular sola o en combinación con manipulación bajo anestesia)
- La revisión sobre la efectividad de la inyección de corticoides en dolor de hombro, actualizada en 2002(6), incluyó 26 ensayos. Para la lesión del manguito de los rotadores, se demostró en algunos ensayos que la inyección de esteroides subacromial presentó un pequeño beneficio comparada con placebo, aunque no se demostró un beneficio de la inyección de esteroides subacromial comparada con antiinflamatorios no esteroideos en el análisis agrupado de tres ensayos. Para la capsulitis adhesiva, dos ensayos indicaron un posible beneficio rápido de la inyección de esteroides intraarticular comparada con el placebo, pero los datos fueron insuficientes para realizar un análisis agrupado de cualquiera de estos ensayos. Los autores concluyen que las pruebas son insuficientes para determinar el tratamiento adecuado, dado el tamaño pequeño de las muestras, la calidad metodológica variable ysu heterogeneidad. La inyección de corticosteroides subacromial para lesiones del manguito de los rotadores y la inyección intraarticular para capsulitis adhesiva pueden ser beneficiosas, aunque su efecto quizás sea pequeño e inconstante. La actualización de esta revisión realizada en el 2009(7) establece las mismas conclusiones.
Las guías de práctica clínica(8,9) y sumarios de evidencia(10,11) revisados, aunque reconocen la ausencia de evidencias concluyentes, recomiendan la inyección de corticoides subacromial en el síndrome de manguito de los rotadores cuando con las medidas de analgesia, y con la fisioterapia, no se ha obtenido mejoría.
Una de las guías(9) recomienda las inyecciones subacromiales con corticoides en las tendinopatías del manguito de rotadores y no recomienda el tratamiento con corticosteroides orales.