En base al aumento del riesgo de patología cardiovascular y síndrome metabólico que presentan los pacientes con esquizofrenia respecto a la población general, cuatro guías de práctica clínica(1-4) y un sumario de evidencia(5) que revisan el manejo de la esquizofrenia incluyen, entre las actividades a recomendar en estos pacientes, el mantener una dieta sana y el hacer ejercicio regular, sin que se hagan comentarios sobre la efectividad, en concreto, de estas medidas en la mejora de los parámetros clínicos que constituyen el síndrome metabólico. (Ver más abajo pregunta previa del Banco Preevid).
La búsqueda en la base de datos Medline no ha identificado ensayos clínicos aleatorios (ECA) en los que se evalúe la efectividad de una intervención basada en la modificación de los hábitos dietéticos y la recomendación de ejercicio regular en pacientes con esquizofrenia que presenta síndrome metabólico.
Un ECA publicado en 2008(6), en el que participaron 41 pacientes diagnosticados de enfermedad mental grave (en base a los criterios DSM IV) ,se planteó como objetivo fundamental evaluar el impacto en la salud física de un programa de modificación del estilo de vida entre las personas con discapacidades psiquiátricas y sus cuidadores. En el estudio se asignó de forma a aleatoria a los participantes a recibir un programa de intervención en la salud o un programa de control con un contenido estético. Tras un periodo de seguimiento de 12 meses, se observó una reducción significativa en la media de los criterios de síndrome metabólico en el grupo de intervención en comparación con el grupo control, y los autores concluían que las intervenciones basadas en modificación de los estilos de vida que implican a los cuidadores son apreciados, factibles y podrían tener éxito en la reducción de algunos factores de riesgo relacionados con la salud en personas con discapacidades psiquiátricas.
Además, se han localizado varias revisiones sistemáticas(7-12), algunas de reciente publicación, que informan de la efectividad de la actividad física en la salud física y mental de los pacientes con esquizofrenia; pero que no incluyen, entre las variables de resultado, cambios en la incidencia o en el control del síndrome metabólico.