En base a dos guías de práctica clínica(1,2), a las adolescentes que consulten para planificación familiar se les debe ofrecer las posibilidades de los distintos métodos; sin que la edad, por sí sola, constituya un criterio para excluir alguno de los métodos. Señalan que en menores de 18 estarían menos indicados los inyectables de progesterona y no comenzar con anticonceptivos hormonales orales si no se ha iniciado la menarquia.
- De la Guía de la OMS, actualizada en 2010(1), sobre la elección del método anticonceptivo en mujeres adolescentes, resumimos que:
- En general, las adolescentes podrían escoger el uso de cualquiera de los métodos anticonceptivos y deben tener acceso a una variedad de opciones contraceptivas.
- La edad no constituye, por sí sola, una razón médica para negar cualquier método a las adolescentes. Aunque se han señalado determinados problemas con el empleo de algunos métodos en las mujeres adolescentes (por ejemplo el uso de inyectables de progesterona en menores de 18 años); estos inconvenientes deben ser evaluados junto a las ventajas de evitar un embarazo.
- El comportamiento y la actividad social deben ser consideraciones muy importantes a valorar en la elección del método anticonceptivo más apropiado en una adolescente; por ejemplo si hay mayor riesgo para enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el VIH.
- Aunque las adolescentes pueden elegir cualquier método accesible en su entorno, en algunos casos, puede ser más apropiado utilizar métodos que no precisan ser aplicados diariamente. La elección del método estará influenciado por determinados factores como si las relaciones sexuales son esporádicas.
- En general, las adolescentes podrían escoger el uso de cualquiera de los métodos anticonceptivos y deben tener acceso a una variedad de opciones contraceptivas.
- De la Guía inglesa orientada a planificación familiar en adolescentes(2) destacamos que:
- Un profesional clínico debe evaluar la competencia de las adolescentes para la elección de un método anticonceptivo, en función de su habilidad para comprender la información aportada, sopesar riesgos y beneficios y para expresar sus propios deseos. La capacidad para escoger el tratamiento debe ser evaluada y dejarla documentada en cada visita cuando sea relevante (por ejemplo en menores de 16 años). Sería deseable que los profesionales sanitarios emplearan una lista de comprobación para evaluar la competencia y conocimiento de los riesgos cuando facilitan información sobre contracepción a personas jóvenes.
- Las adolescentes deben ser informadas de todos los métodos anticonceptivos, sobre todo de métodos reversibles de empleo prolongado. Debe advertirse de la necesidad de volver a consulta de seguimiento a los 3 meses del comienzo de un método de contracepción hormonal y se les debe insistir en que vuelvan siempre que tengan algún problema.
- La edad, por sí misma, no debe limitar la elección del contraceptivo, incluyendo los dispositivos intrauterinos. Deben tener información de los diferentes tipos de contracepción de emergencia y de su accesibilidad.
- No se recomienda el empleo de anticonceptivos hormonales antes de la menarquia y recomienda el empleo de preservativos (condones) en este caso. La contracepción hormonal de emergencia puede, sin embargo, ser empleda en mujeres premenárquicas, si fuera necesaria.