En base a los documentos seleccionados el parto por cesárea programada se asocia a una menor tasa de lactancia precoz pero una vez iniciada ésta, la tasa de mantenimiento de la lactancia es similar a la que presentan las mujeres que tuvieron un parto vaginal:
Respecto al potencial efecto de una cesárea programada en el inicio de la lactancia materna, en una guía de práctica clínica(1) sobre el parto por cesárea encontramos como recomendación que, a las mujeres que se han sometido a una cesárea, se les ofrezca apoyo adicional para ayudar a que comiencen la lactancia tan pronto como sea posible después del nacimiento de su bebé (Grado de recomendación A). Añaden que, esto es debido a que las mujeres que han tenido un cesárea tienen menos probabilidad de iniciar la lactancia materna en las primeras horas después del nacimiento, aunque, cuando la lactancia se establece, tienen similar probabilidad de continuarla que las mujeres que tuvieron un parto vaginal (las tasas de inicio de lactancia materna son más altas entre las mujeres que tuvieron un parto vaginal comparado con las que tuvieron una cesárea; sin embargo, a los 3-6 meses después del nacimiento no hay diferencias entre las tasas de lactancia de ambos tipos de parto [Nivel de evidencia 1b]) (Ver grados de recomendación y niveles de evidencia en el texto completo de la guía).
Una revisión sistemática con meta-análisis publicada en marzo de 2012(2) fue realizada con el objetivo de evaluar si la realización de una cesárea (decidida preparto [electiva/programada] o decidida en el momento del parto [de emergencia]) se asociaba con una menor tasa de la lactancia materna en comparación con el parto vaginal. La revisión incluyó 53 estudios observacionales (N= 554.568 , 33 países), de los cuales 48 (N= 553.306, 31 países) fueron utilizados para el meta-análisis. El análisis de los resultados informó de tasas de lactancia materna temprana (de cualquier inicio durante la estancia hospitalaria o al alta hospitalaria) menores tras cesárea que después de un parto vaginal (odds ratio [OR] combinada: 0,57; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,50-0,64, p <0,00001). Ocho de los estudios que se incluyeron aportaban datos en cuanto a tasas de lactancia materna precoz en relación a los dos tipos posibles de parto por cesárea y el análisis de sus resultados mostró tasas de lactancia materna precoz más bajas después de una cesarea electiva, pero no después de una cesárea de emergencia (preparto OR: 0,83, IC 95%: 0,80-0,86, p <0,00001; intraparto OR: 1,00, IC 95%: 0,97-1,04, p = 0,86). Tal y como se mencionaba en la GPC previa, en las madres que iniciaron la lactancia materna, el parto por cesárea no tuvo ningún efecto significativo sobre la lactancia materna a los 6 meses (OR: 0,95, IC 95%: 0,89-1,01, p = 0,08).
Un estudio de cohortes(3) (no incluido en la revisión probablemente por su fecha de publicación), que evaluó los patrones de lactancia en 2137 recién nacidos a término (677, el 31,1%, nacidos por cesárea: 398, el 18,3%, por cesárea electiva; y 279, el 12,8% , por cesárea de emergencia), encontró que la prevalencia de lactancia materna en la sala de parto fue significativamente mayor después del parto vaginal en comparación con el parto por cesárea (71,5% frente al 3,5%, p <0,001), y que transcurrió un intervalo de tiempo mayor entre el nacimiento y el inicio de la lactancia materna en los bebés nacidos por cesárea (media de horas ± desviación estándar: 3,1 ± 5 vs 10,4 ± 9, p <0,05). Sin embargo, en este caso no se encontraron diferencias en las tasas de lactancia materna entre los grupos de cesárea electiva y de emergencia. Además, el parto vaginal se asoció con una mayor tasa de lactancia materna al alta y en las posteriores medidas de seguimiento (a los 7 días, 3 meses y 6 meses de vida) en comparación con el parto por cesárea electiva.