Un estudio amplio de cohortes muestra que trabajar en contacto con niños no supone un factor de riesgo para la seroconversión de las gestantes en una situación epidémica de megaloeritema o quinta enfermedad. Las guías de práctica clínica y sumarios revisados no recomiendan, en general, en esta situación que se aparte del trabajo a mujeres gestantes susceptibles; aunque algunos documentos matizan que se trata de una decisión individual que debe adoptar la mujer o que podría considerarse en situación de brote epidémico antes de cumplir la 20 semana de gestación.
De la información extraída de un documento de consenso de los CDC(1) y de una revisión narrativa reciente(2), destacamos como información básica y en relación a esta pregunta que:
- El megaloeritema o quinta enfermedad está producido por una infección por el parvovirus B19.
- El contagio se produce por contacto con secreciones nasales u orofaríngeas en las semanas previas al comienzo de los síntomas.Cuando se manifiesta la enfermedad con el exantema facial, ya no suele ser contagiosa.
- El período de incubación oscila entre 4 y 14 días; pero puede prolongarse hasta las tres semanas.
- Aproximadamente el 50% de los adultos, en los países desarrollados, presentan anticuerpos al parvovirus B19 y el contacto con el virus produce inmunidad permamente.
- Hasta un 20% de las personas pasan la enfermedad sin síntomas; pero con posibilidad de extender el contagio.
- Durante los brotes epidémicos en la escuela de un 10 al 60% de los estudiantes pueden adquirir la enfermedad.
- Aunque del 30 al 50% de las mujeres gestantes son susceptibles de pasar la enfermedad, solo una pequeña cantidad de éstas son infectadas por el virus durante el embarazo. La seroconversión durante el embarazo se produce aproximadamente en el 1% en condiciones normales y en el 13% durante períodos epidémicos. Hasta un 50% de las infecciones pueden ser asintomáticas durante el embarazo.
- En la mayoría de infecciones durante el embarazo el feto no se afecta; pero se puede producir una infección severa en un 5% de las mismas (oscilando del 0 al 12,5%) con anemia severa, miocarditis, insuficiencia cardíaca fetal, edema generalizado e incluso muerte fetal. El pico de incidencia de infecciones severas se sitúa entre la 17 y la 24 semana de la gestación. No está demostrado que la infección fetal provoque malformaciones congénitas o retraso mental.
- El lavado frecuente de manos está recomendado y, probablemente, sea el método más efectivo conocido para reducir la extensión de la enfermedad.
Estudios de cohortes amplios en Dinamarca(3,4) muestran que los factores de riesgo relacionados con adquirir la infeción del parvovirus B19 durante el embarazo fueron la presencia de otros niños, sobre todo de edad de 6 a 7 años, en el mismo hogar; y trabajar como cuidadora/profesora en un colegio infantil.El riesgo atribuible poblacional de seroconversión durante el embarazo fué sobre todo del 55,4% por convivir con otros niños en el mismo domicilio y mucho más bajo (del 6% ) por la exposición laboral. En una situación epidémica (4)los factores de riesgo que han demostrado una asociación a la seroconversión durante el embarazo, ajustados por otros factores demográficos y de salud, fueron presencia de niños pequeños en casa (OR ajustada de 2,1 con IC al 95% de 1,3-3,2); problemas serios de salud ( OR 3,0 con IC al 95% CI de 1,0-8,5); y tener un trabajo estresante (OR 1,8 con IC al 95% de 1,0-3,3).Trabajar en contacto con niños (profesora de un colegio, o cuidadora de guardería o en domicilio, ó trabajadora sanitaria) no supuso un factor de riesgo asociado(4).
Con estas premisas, en sumarios de evidencia (5,6), guías de práctica clínica (7,8), y documentos de consenso(1,9) :
- Se indica que a una gestante que ha tenido contacto con un paciente con una infección por parvovirus B19, se le puede ofrecer la realización de un test serológico para determinar su susceptibilidad y, si es seronegativo, realizar un seguimiento para poder confirmar si se produce posterioremente la infección.
- No se recomienda, de rutina, excluir a las gestantes susceptibles al parvovirus B19 del trabajo en contacto con niños en guarderías o escuelas infantiles en situación de brote epidémico.Esta medida no evita el riesgo de contagio, ni reduce la expansión de la enfermedad.
En los documentos revisados y sobre la exclusión del trabajo se matiza:
- En el documento de los CDC(1) se señala que la decisión de no ir al trabajo -en esta situación- debe ser una decisión individual de la mujer tomada tras comentar la situación con su médico, su familia y con los otros trabajadores.
- En la Guía Canadiense(7) aunque no recomienda que se aparte del trabajo a la mujer gestante, señala que la decisión es controvertida y que son necesarios más estudios en éste área.
- En una guía inglesa de 1999(8)se indica que las trabajadores gestantes deben conocer que el riesgo de adquirir la infección en el lugar de trabajo puede ser similar, o menor, al riesgo existente en la comunidad o en su propia casa. En el caso de un brote epidémico en el colegio (2 o más casos en la misma clase en un período de menos de 3 semanas; o 3 ó más casos en el mismo colegio en 3 semanas) se podría valorar el excluir a las gestantes susceptibles (seronegativas) de la asistencia a clase hasta que cumplan las 20 semanas de embarazo.