Ni la ficha técnica del producto(1), ni las evaluaciones del fármaco revisadas(2-4) describen como efecto secundario la presencia de dificultad en vaciar la vejiga urinaria, o de realizar la micción, en pacientes en tratamiento con ivabradina.
La búsqueda realizada en bases de datos de estudios, tampoco ha encontrado ningún caso descrito de dificultad de la micción como efecto secundario con ivabradina.
Solo se ha identificado, como posible efecto urológico del tratamiento con ivabradina, la comunicación de un caso en un paciente diagnosticado de hipertrofia benigna de próstata que mejoró de la sintomatología de hiperactividad de la vejiga (polaquiuria, frecuencia urinaria, nicturia) tras iniciar tratamiento, para su cardiopatía isquémica, con ivabradina(5). El estudio comenta que, tras este caso, revisaron en el mismo servicio cinco pacientes con hipertrofia benigna de próstata y en tratamiento con el mismo fármaco , encontrando que -en cuatro de los cinco casos- los pacientes relataron una mejoría de los síntomas tras iniciar el tratamiento con ivabradina, sobre todo en la nicturia.