Unas Guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (1) para la calidad del agua potable, con respecto a la eficacia de los sistemas de desalinización indica que algunos de los procesos utilizados en la eliminación tanto de microorganismos como de sustancias químicas (sobre todo de la destilación y de la ósmosis inversa) que son de eficacia aparentemente alta, indica que pueden utilizarse como tratamientos únicos o combinados sólo con la administración de una concentración baja de desinfectante residual. Aunque la ausencia de barreras múltiples dificulta en gran medida la operación permanentemente segura de este proceso y hace que incluso una disminución de la eficacia de corta duración pueda hacer aumentar el riesgo para la salud de las personas.
En cuanto al efecto del agua envasada, señala que aunque algunas poseen un contenido alto en minerales, suelen tener una larga tradición de consumo y se aceptan con frecuencia por considerarse alimentos más que agua de beber (AdB) en sentido estricto, también se consumen aguas envasadas con contenido de minerales muy bajo, como las aguas destiladas o desmineralizadas.
Otro documento de la OMS(2) sobre los nutrientes del AdB señala que algunos de las sustancias químicas de interés en este agua son: calcio, magnesio, sodio, cloruro, plomo, selenio, potasio, bromuro, yoduro, fluoruro, cromo y manganeso. El proceso de desalinización reduce significativamente todos los iones en el AdB al punto que personas que tradicionalmente consumen agua desalinizada o agua destilada puede ser que estén recibiendo cantidades más pequeñas de algunos nutrientes comparado con personas que consumen agua de fuentes tradicionales y por lo tanto su dieta le perjudicará si no le proporciona suficientes nutrientes. Aunque, a veces, el agua desalinizada se estabiliza con la adición de algunos de estos iones.
Recomienda que el AD (desmineralizada) contenga:
- Un nivel mínimo de sales disueltas (100 mg/L), bicarbonato ión (30 mg/L) y calcio (30 mg/L).
- Un nivel óptimo de sales disueltas totales (250-500 mg/L para cloruro-sulfato y 250-500 mg/L para bicarbonato).
- Un nivel máximo de alcalinidad (6.5 meq/l), sodio (200 mg/L), boro (0.5 mg/L) y bromo (0.01 mg/L).
El potencial efecto adverso en la de salud del consumo a largo plazo de agua desmineralizada es de interés no sólo en los países que carecen de agua fresca adecuada, también en países donde algunos tipos de sistemas caseros de tratamiento de agua son ampliamente utilizados o se consumen determinados tipos de agua embotellada, incluso se suministra AD embotellada para beber.
El conocimiento de algunos efectos del consumo de agua desmineralizada está basado en datos experimentales y observacionales. Los datos observacionales han sido obtenidos de poblaciones a las que se les suministra para beber agua desalinizada, particulares que consumen este tipo de agua y en niños que beben biberones realizados con agua destilada.
Las posibles consecuencias adversas por el bajo contenido mineral del agua de consumo las clasifica en las siguientes categorías:
- Efectos directos en la mucosa intestinal, metabolismo y homeostasis mineral u otras funciones corporales.
- Poco o ningún aporte de de calcio y magnesio.
- Bajo aporte de otros elementos y microelementos esenciales.
- Pérdida de calcio, magnesio y otros elementos esenciales al preparar las comidas.
- Posible aumento del aporte dietético de metales tóxicos.
El AD y el agua con bajo contenido en minerales pueden tener características negativas en cuanto al gusto y a la menor capacidad de saciar la sed. A pesar de que estas características no afectan a la salud, tendrían que ser tenidas en cuenta, pues eso puede influir negativamente en la cantidad de agua consumida o en que se busque el consumo de otras fuentes posiblemente menos satisfactorias.
Resultados de experimentos en voluntarios humanos sobre el agua baja en minerales señalan que:
- Aumentó la diuresis (casi por 20%, de media), el volumen de agua corporal y la concentración de sodio en suero.
- Decreció el potasio en suero.
- Aumentó la eliminación de sodio, potasio, cloruro, calcio e iones de magnesio.
La Sociedad Alemana para la Nutrición obtuvo conclusiones similares sobre los efectos del AD y advirtió el público en contra de beberla, explicando que el agua en el cuerpo humano siempre contiene electrólitos (p. ej. potasio y sodio) en concentraciones seguras, pero si se ingiere AD, el intestino tiene que añadir electrólitos a esta agua, tomándoles de la reserva corporal. También señala los síntomas cuando, de forma regular, se bebe AD: cansancio, debilidad y dolor de cabeza; los síntomas más severos son calambres musculares y daños en el ritmo cardíaco. También señala que tras esfuerzos físicos intensos e ingestión de varios litros de AD, puede ocurrir un daño agudo severo, como shock por hiponatriemia o delirium.