No se han localizado ensayos clínicos aletorios que comparen el manejo activo de la tercera etapa del parto o alumbramiento frente a su manejo expectante y que analicen como variable de resultado la incidencia de inversión uterina puerperal (IUP). En todos los documentos seleccioneados sí que se indica entre los posibles factores de riesgo de IUP la extración manual de la placenta.
En un sumario de evidencia de Uptodate(1) sobre la IUP se indica que:
- La incidencia de esta rara complicación de la tercera etapa del parto (tanto si es por vía vaginal o tras cesárea) oscila de entre 1 cada 2000 partos (1:2000) y 1:23000 partos explicando que este amplio rango puede estar relacionada con diferencias en la definición de inversión, en los procedimientos de evaluación del útero después del parto, en las poblaciones de pacientes, en la verificación de los casos, y en los procedimientos obstétricos que se siguen habitualmente.
- La IUP es generalmente atribuida a una excesiva tracción del cordón (no controlada) y a la maniobra de presión sobre el fondo uterino (maniobra de Credé) durante el alumbramiento, por lo general en el contexto de un útero relajado y una implantación de la placenta en el fondo uterino. Sin embargo, no se considerada probada la relación causal entre la intervención en la tercera etapa del trabajo y la IUP y se considera que es probable que intervengan otros factores debido a la existencia de casos de inversión que ocurren de forma espontánea y a que la IUP es poco frecuente a pesar de que la tracción del cordón y la maniobra de Credé son procedimientos comúnmente realizados.
- Entre los factores de riesgo de IUP que se enumeran se incluyen la macrosomía fetal, un expulsivo rápido, la presencia de un cordón umbilical corto, el uso de relajantes uterinos, la nuliparidad, la existencia de anomalías uterinas, la extracción manual de la placenta y la placenta accreta.
- Los riesgo para la madres consisten en que si no se diagnóstica y se trata precozmente, la IUP puede conducir a una hemorragia post-parto severa, shock hipovolémico, necesidad de transfusión sanguínea y muerte materna.
Un sumario de evidencia de Dynamed(2) que revisa la hemorragia postparto hace referencia a un estudio retrospectivo(3) en el que se analizaron de 40 casos de IUP y que muestra que el manejo activo de la tercera etapa del parto puede reducir su incidencia: tras la instauración del manejo activo del alumbramiento en la institución sanitaria donde se realizó el estudio, la incidencia de la IUP aguda después de un parto vaginal se redujo 4,4 veces. En este estudio se encontró que la incidencia de la inversión uterina aguda después del parto vaginal fue de 1 en 3737 partos, y después de una cesárea, de 1 en 1860 cesáreas. El 65% de los casos de inversión uterina aguda se complicó con una hemorragia post-parto que en el 47,5% de los casós requirió transfusión de sangre. Además, en 14 casos la IUP recurrió en siguientes partos.
En cuanto a la incidencia de IUP en España se localiza un estudio retrospectivo(4) basado en 6 parturientas diagnosticadas de inversión uterina en el posparto en el Hospital de León durante el año 2005 que muestra que la incidencia de IUP durante ese año 2005 fue de 1 cada 351 partos, aunque analizando un período mayor (7 años) encuentra una incidencia de 1:1973 partos. También en este estudio se comenta que la incidencia de la IUP señalada en la literatura científica es muy variada, oscilando entre 1:1584 y 1:57393 con una incidencia media estimada de 1:2000.