Se han localizado tan sólo dos estudios, entre ellos un único ensayo clínico aleatorizado (ECA), en los que se comparen el método Ponseti (método de corrección del pie zambo o pie equinovaro que combina manipulaciones del pie y enyesados periódicos asociado en la mayoría de las ocasiones a una tendoctomía o tenotomía percutánea del tendón de Aquiles y el mantenimiento posterior de la corrección con una férula de abducción) y la técnica de corrección quirúrgica. En ambos trabajos la muestra de pacientes es pequeña y el periodo de seguimiento relativamente corto:
En el ECA de Zwick y colaboradores(1) se incluyeron 19 niños (un total del 28 pies zambos), menores de 15 días y nacidos con la deformidad en el pie pero sin otra anomalía congénita. Los niños se aleatorizaron a seguir un tratamiento quirúrgico (n = 10, 16 pies zambos) o un tratamiento no invasivo siguiendo el método Ponseti (n = 9, 12 pies zambos). Se realizó un seguimiento de los niños hasta los 3,5 años. Como medidas de resultado se evaluaron la función del pie y el estado de salud para los niños con problemas ortopédicos, mediante las herramientas Functional Rating System of Laaveg and Ponseti y el Pediatric Outcomes Data Collection Instrument (PODCI), y una serie de mediciones radiológicas estandarizadas. En la última evaluación durante el seguimiento, la puntuación media de la escala funcional fue mayor en el grupo del método Ponseti. La dorsiflexión pasiva y la inversión-eversión pasiva fueron mejores en el grupo de Ponseti (p = 0,0061 y p = 0,0258, respectivamente). Los resultados obtenidos con la escala PODCI y los resultados radiológicos fueron similares en ambos grupos. En base a estos datos los autores consideran que el método Ponseti ha documentado un resultado favorable a corto plazo, en comparación con un protocolo de tratamiento quirúrgico tradicional, e informan que, teniendo en cuenta todos los aspectos del método Ponseti, en particular el enfoque más conservador y la menor tasa de complicaciones según lo informado en la literatura, han modificado el tratamiento estándar del pie zambo congénito en su institución al tratamiento con el método Ponseti.
En otro estudio comparativo prospectivo(2) se compararon los resultados obtenidos en 55 niños (86 pies zambos) que entre noviembre de 2001 y enero de 2005 se habían sometido a un tratamiento corrector de su pie/pies equinovaro idiopático, bien por medio del método Ponseti (n = 26, 40 pies) o mediante un yeso por debajo de la rodilla y posteriormente corrección quirúrgica (n = 29, 46 pies). Después de una duración media de seguimiento de 3,5 años (rango 2,2 a 5,6 años) en el grupo de Ponseti y de 3,8 años (rango 2,2 a 5,7 años) en el grupo quirúrgico, se observó recidiva de la deformidad en 8 pacientes (13 extremidades inferiores) del grupo de cirugía, lo cual supuso un total de 14 procedimientos quirúrgicos adicionales (revisiones quirúrgicas: cirugía tras una cirugía previa) pues un paciente se sometió a dos revisiones quirúrgicas. En el grupo Ponseti se observó recidiva en 12 pacientes (14 pies) y la necesidad de 15 cirugías (con una única revisión quirúrgica). En cada grupo se observaron 2 complicaciones postoperatorias de similar gravedad. Si bien no se observaron diferencias significativas entre los grupos en términos del porcentaje de recurrencia, la diferencia en la gravedad de la recurrencia sí fue significativa (p = 0,003): 11 (73%) de las recurrencias en el grupo Ponseti y 2 (14%) de las 14 recurrencias en el grupo quirúrgico fueron menores; por el contrario, 4 (27%) de las recurrencias en el grupo Ponseti y 12 (86%) en el grupo quirúrgico fueron importantes. Los autores concluían que aunque la tasa de recurrencia fue relativamente alta en ambos grupos, el grupo Ponseti se manejó con menor intervencionismo y requirió menos cirugía de revisión. También comentan que este método ha sido adoptado como el principal tratamiento para el pie zambo en su institución.