La busqueda en guías de práctica clínica y sumarios de evidencia no ha identificado recomendaciones concretas respecto al tratamiento farmacológico de elección para el manejo de la agitación perioperatoria o trastornos de conducta perioperatorios en los niños.
Se han localizado dos meta-análisis recientes y una revisión sistemática que revisan diversas medidas farmacológicas utilizadas en la prevención de dichas alteraciones perioperatorias en niños:
- Uno de los meta-análisis(1) se planteó con el objetivo de comparar la utilización de premedicación con benzodiacepinas o clonidina antes de la anestesia en niños. Incluyó 10 ensayos clínicos aleatorizados y sus resultados mostraron que la premedicación con clonidina, en comparación con midazolam, mostró un efecto superior en cuanto a la sedación en la inducción de la anestesia (OR = 0,49 [0,27 a 0,89]; NNT entre clonidina y midazolam para este resultado fue de 8 [4, 56]), disminuyó la incidencia de agitación emergente (OR = 0,25 [0,11 a 0,58]; NNT de 6 [5, 13]) y produjo una más temprana y efectiva la analgesia postoperatoria (OR = 0,33 [0,21 a 0,58]; NNT de 4 [3, 8]). No se encontraron diferencias significativas entre clonidina y midazolam en la prevención de las náuseas y vómitos postoperatorios, en la duración del tiempo transcurrido entre el cese de la anestesia y la extubación, o en la duración de la estancia en la Unidad de Reanimación. En comparación con el diazepam, la clonidina fue superior en la prevención de la náuseas y vómitos postoperatorios (OR = 0,34 [0,13 a 0,94]; NNT de 5 [3, 72]).
- En otro meta-análisis(2), se analizaron las medidas farmacológicas utilizadas en la prevención de agitación perioperatoria en los niños anestesiados con sevoflurano, desflurano, o ambos. En este caso se incluyeron 37 artículos con un total de 1695 pacientes en los grupos de intervención y 1477 en los grupos control. Los tratamientos farmacológicos estudiados para la prevención de la agitación fueron: midazolam, propofol en forma de bolo único o administración continua, fentanilo, ketamina, agonistas de los receptores adrenérgicos alfa 2 (clonidina o dexmedetomidina, por vía oral, intravenosa o por vía caudal), anestésicos locales perioperatorios, analgesia caudal, anestésicos locales parenterales perioperatorios, e inhibidores 5HT3 (ondansetrón o tropisetrón). El análisis de los datos mostró que midazolam y los inhibidores 5HT3 no tenían un efecto protector frente la aparición de agitación (OR = 0,88 [0,44, 1,76]; OR = 0.39 [0.12, 1.31], respectivamente), mientras que el propofol (OR = 0,21 [0,16, 0,28]), la ketamina (OR = 0.28 [0.13, 0.60]), los agonistas de los receptores adrenérgicos alfa 2 (OR = 0,23 [0,17, 0,33]), el fentanilo (OR = 0,31 [0,18, 0,56]), y la analgesia perioperatoria (OR = 0,15 [0.07, 0.34]) tenían un efecto preventivo. El análisis de subgrupos de acuerdo a la analgesia perioperatoria no afectaba a los resultados. Respecto a estas conclusiones, los autores de la sinopsis de este meta-análisis(3) incluida en la base de datos DARE consideran que aunque la revisión está bien realizada en muchos aspectos, la recuperación incompleta de los estudios elegibles, la heterogeneidad entre los estudios y la falta de información sobre algunos aspectos de su calidad, aconsejan cierta prudencia en la interpretación de sus resultados.
- En cuanto a midazolam una revisión sistemática (RS)(4) publicada en 2006 trataba de identificar si la premedicación con este fármaco vía oral mejoraba los resultados conductuales perioperatorios de los niños. Se incluyeron en la revisión 30 artículos que comparaban midazolam oral con placebo o un grupo control y se encontró que la premedicación con midazolam, 0.5 mg/kg, vía oral, administrada 20-30 minutos antes de la cirugía, era eficaz para reducir la ansiedad de separación y la ansiedad en la inducción de la anestesia en los niños (considerado por los autores con un grado de recomendación A), con un efecto mínimo en los tiempos de recuperación. No hay evidencia consistente que sugiera una reducción en la aparición de agitación postoperatoria (en la Unidad de Reanimación ) y también es inconsistente la evidencia que sugiere una mejora en los resultados del comportamiento en el hogar (primeras semanas del postoperatorio). Sin embargo, en la base de datos DARE localizamos una sinopsis de esta RS(5) en la que sus autores consideran que, debido a la deficiente metodología de la revisión, la fiabilidad de su conclusión es incierta.
Comentamos además la existencia de una RS(6) realizada por la libreria Cochrane sobre las intervenciones no farmacológicas utilizadas para ayudar a la inducción de la anestesia en niños, reducir su ansiedad y mejorar su cooperación, tratando de evitar los posibles efectos adversos de la sedación preoperatoria. En esta revisión los autores concluyen que "La presencia de los padres durante la inducción de la anestesia en los niños no ha demostrado reducir la ansiedad ni mejorar la cooperación de los niños. Los padres tranquilos pueden ser útiles y se debe considerar la presencia de los padres según cada paciente de forma individual. Aunque a los padres no se les pide activamente que no es estén presentes si prefieren hacerlo, de igual manera no se les debe indicar que estén presentes durante la inducción de su hijo si prefieren no hacerlo. El uso de las intervenciones posiblemente efectivas informadas en esta revisión, como la acupuntura de los padres, los médicos payasos, la hipnosis, la estimulación sensorial baja y los videojuegos de mano, pueden ser útiles para reducir la ansiedad de los niños y mejorar su cooperación durante la inducción de la anestesia general."