Revisados varios sumarios de evidencia(1,2,3), podemos extraer las siguientes conclusiones, relacionados con esta pregunta:
Sobre los resultados de serología:
- En una infección aguda por toxoplasma, los anticuerpos a IgM se detectan en la primera semana de infección y normalmente van descendiendo posteriormente, manteniéndose positivos durante unos pocos meses. Sin embargo en algunos casos los resultados positivos se mantienen durante toda la vida. Es una prueba con una baja especificidad y una tasa elevada de falsos positivos (que puede llegar al 60%, según el reactivo comercial y técnica empleada).
- Los anticuerpos a IgG, sin embargo, se detectan a las dos semanas de comenzar la infección, con un pico máximo a las 6-8 semanas y comienzan a bajar posteriormente; pero pudiendo detectarse durante 1 ó 2 años. También en algunos pacientes pueden permanecer positivos de por vida.
- El diagnóstico de toxoplasmosis aguda se podría establecer, con bastante fiabilidad, si la serología inicial muestra un resultado positivo a anticuerpos a IgM y negativos a IgG; y en dos semanas más tarde, ambos resultados son positivos.
- En el escenario planteado en la pregunta, si el cuadro clínico había comenzado hacía ocho semanas, en caso de tratarse de una toxoplasmosis aguda, deberían de estar ya elevados los títulos de los anticuerpos a IgG. Para descartar el diagnóstico la actitud correcta, tal como se ha recomendado desde el laboratorio, sería repetir la serología en un par de semanas.
Sobre el diagnóstico diferencial. Los sumarios señalan que ante una sospecha de toxoplasmosis aguda se debe valorar,entre otros, los siguientes diagnósticos alternativos:infección primaria por VIH, mononucleosis infecciosa, enfermedad del arañazo de gato, enfermedad de Hodgkin, tularemia e infección por citomegalovirus.
Sobre la actitud terapeútica. Si se confirma que es una toxoplasmosis y la paciente no está embarazada y no tiene una inmunodepresión, lo habitual es que no requiera tratamiento específico. En la mayoría de los casos el cuadro clíncio se resuelve de forma espontánea sin provocar excesivas molestias, por lo que, salvo que se trate de una paciente embarazada, o que presente una inmunodepresión, o con un cuadro clínico muy molesto, o que se prolongue durante varias semanas, no se recomienda tratar de forma rutinaria.