En una revisión sistemática de la Cochrane(1) sobre la efectividad de los beta agonistas de acción corta en niños menores de dos años se sugieren como posibles causas de la ausencia de eficacia percibida de tales fármacos en esta población: la dificultad para administrar con efectividad el fármaco, la inmadurez de los receptores beta-2 en el músculo liso de la pared bronquial, la obstrucción de las vías respiratorias que es provocada más por la inflamación viral de las vías respiratorias y por el edema que por la constricción de los músculos lisos, y la estrechez congénita del calibre de las vías respiratorias en los niños pequeños, asociada con el consumo pasivo prenatal de tabaco. La revisión apoya este comentario en una editorial(2) publicada en 1993 que reconoce como antigua controversia en el campo de la medicina respiratoria pediátrica si las vías aéreas de los niños pequeños tienen o no receptores beta-2 adrenérgicos funcionales. Plantea el autor de la editoria si la ausencia de mejoría clínicamente significativa de la función pulmonar de niños pequeños con sibilancias al ser tratados con agonistas beta-2 se deba a motivos distintos a la ausencia de receptores beta-2 y añade como razones por las cuales los niños estudiados pueden no responder a salbutamol la formulación de salbutamol utilizada que podía inducir broncoconstricción y las diferentes características de las vías aéreas de los niños con sibilancias (vías aéreas más pequeñas y más propensas a mostrar una obstrucción fija como resultado del edema de la mucosa y la producción excesiva de moco secundario a un proceso inflamatorio) respecto a los niños sin patología. Comenta además los resultados del ensayo clínico aleatorizado(3) de Henderson y colaboradores en el que, en una muestra de 40 niños menores de 12 meses, sin historia previa de síntomas respiratorios, se realizó un test de provocación bronquial con histamina y, posteriormente, cada niño se asignó al azar a recibir tratamiento con salbutamol 0,5% nebulizado o solución salina 0,9% nebulizada. En este estudio los lactantes que recibieron salbutamol tuvieron una tasa de recuperación significativamente más rápida (media geométrica de 8,5 ml/s/min) que los que recibieron solución salina (4,1 ml/s/min). En base a estos resultados los autores concluyeron que salbutamol acelera significativamente la recuperación de la broncoconstricción inducida por histamina en los lactantes durante los primeros 12 meses de vida y que esta observación proporciona evidencia adicional que apoya la presencia de receptores beta-2 adrenérgicos funcionales en las vías respiratorias de los bebés.
También se localiza otro ensayo clínico aleatorizado(4)en el que, a 5 niños (rango de edad entre 3 y 12 meses) con sibilancias recurrentes, se realizaron dos test de provocación bronquial con histamina nebulizada administrando entre ambas pruebas salbutamol nebulizado un día o salino nebulizado otro día diferente. En este trabajo se observó una ausencia de la respuesta a la histamina después de la administración de salbutamol que los autores consideran se debe a la existencia de receptores beta-2 adrenérgicos funcionales en las vías aéreas de los niños, en suficiente cantidad como para proteger frente a un estímulo no específico.