Una Revisión Sistemática (1) compara la técnica de sonda estéril versus técnica limpia para reducir la infección urinaria (IU) respecto a la incidencia de IU sintomática, hematuria, otras infecciones y la preferencia de los usuarios, en adultos y niños mediante el uso de sondaje intermitente para el vaciamiento incompleto de la vejiga. Entre las conclusiones la RS señala que existe una escasez de pruebas como para afirmar que la incidencia de la IU está afectada por el uso de la técnica estéril o limpia, las sondas de uso único (estéril) o múltiple (limpia). Las pruebas de la investigación actual son débiles y existen problemas significativos de diseño. Dadas las circunstancias actuales del control de infecciones y la resistencia a los antibióticos, se recomiendan firmemente más estudios bien diseñados. Finalmente, la RS indica que en base a los datos actuales, no es posible afirmar si un tipo de sonda, técnica o estrategia es mejor que otro.
Una revisión narrativa (2) sobre intervenciones enfermeras para reducir el riesgo de infecciones relacionadas con los catéteres urinarios (a corto y largo plazo) (IRCU) revisa intervenciones múltiples para la prevención y mejora de la incidencia de la IRCU, incluyendo: la educación del personal, la supervisión del uso del catéter, la técnica de inserción, el cuidado del meato urinario, la seguridad, el uso de un sistema de drenaje cerrado, la irrigación de la vejiga, la frecuencia del cambio del catéter, y soluciones antisépticas. Los autores señalan que los resultados sugieren que las siguientes intervenciones reducen de forma limitada la incidencia de IRCU en pacientes con cateterización a corto plazo:
- proveer al personal educación sobre la gestión del catéter, combinada con supervisión regular de la incidencia de IRCU,
- programa para asegurar que la cateterización solamente se realizará cuando está indicada y retiro temprano de catéteres,
- limpieza diaria del meato uretral usando jabón y agua o limpieza perineal, y
- mantenimiento de un sistema de drenaje urinario cerrado.
Otros resultados sugieren que las intervenciones siguientes no son eficaces para reducir incidencia de IRCU:
- el uso de técnica estéril para la inserción del catéter,
- uso rutinario de solución o ungüento antiséptico durante el cuidado uretral,
- uso de una bolsa de drenaje con dos compartimentos,
- utilización de filtro antiséptico en la bolsa de drenaje,
- irrigación de vejiga o catéter,
- cambio frecuente de la bolsa de drenaje, y
- colocación de solución antiséptica en la bolsa de drenaje.
Una Guía de Práctica Clínica (3) (GPC) para la disfunción neurogénica urinaria, indica en cuanto a la cateterización urinaria intermitente estéril, que reduce perceptiblemente el riesgo de IU y/o de bacteriuria, comparado con la cateterización urinaria intermitente limpia. Pero sin embargo, no puede ser considerado un procedimiento rutinario. La cateterización urinaria intermitente aséptica es una alternativa que proporciona una ventaja significativa en la reducción del potencial para la contaminación externa de un catéter urinario intermitente (grado de recomendación B).
Una GPC (4) para la prevención de infecciones de vías urinarias asociadas al catéter, entre sus recomendaciones, señala:
- Usar un equipo estéril y seguir una técnica aséptica de inserción del catéter urinario.
- Mantener un sistema de drenaje estéril y cerrado.
- No desconectar el catéter y el tubo de drenaje a menos que el catéter deba ser irrigado.
- Sustituir el sistema de recogida usando técnica aséptica y cuando haya roturas, desconexión o salida aséptica, después de desinfectar el empalme del catéter.