Una Guía de Práctica Clínica (GPC) (1) para la ayuda de la nutrición en adultos (oral, enteral y parenteral), aconseja implantar dicha ayuda en los pacientes en peligro de desnutrición, y esta la define como: pacientes que han comido poco o nada durante 5 días y/o sea probable no vayan a comer poco o nada durante los 5 días siguientes; tambien son pacientes en peligro de desnutrición aquellos que tengan una pobre capacidad de absorción, y/o tengan pérdidas altas de nutrientes y/o han aumentado las necesidades alimenticias, causadas por ejemplo por catabolismo. La GPC señala varios criterios para determinar las personas con alto riesgo de tener problemas de alimentación, cuando cumplen uno o más de los siguientes puntos: Índice de Masa Corporal (IMC) menor de 16 kg/m2. Pérdida de peso no intencionada mayor al 15% en los 3-6 meses últimos. Poca o ninguna ingestión de productos alimenticios durante más de 10 días. Niveles bajos de potasio, fosfato o magnesio. O cuando el paciente tiene dos o más de los siguientes puntos: IMC menor de 18.5 kg/m2. Pérdida de peso no intencionado mayor al 10% durante los últimos 3-6 meses. Poca o ninguna ingestión de alimentos durante mas de 5 días. Un historial de abuso de alcohol y drogas, incluyendo uso de insulina, quimioterapia, antiácidos o diuréticos.
Un documento del Royal College of Nursing del Reino Unido (2) sobre las actuaciones con niños y jóvenes que tienen problemas de nutrición indica que no hay acuerdo sobre las herramientas para la medición de la malnutrición en los niños, pero algunos actuaciones básicas contribuirán a identificar a niños en riesgo: pesaje del niño (por lo menos semanalmente si está ingresado), medición de la altura cuando hay preocupación por el crecimiento, bajada brusca del peso, medida de la circunferencia craneal, etc. El documento señala que hay problemas de salud que debemos tener en cuenta por estar relacionados directamente con una poble nutrición: diarreas, caries dentales, etc.
El capítulo sobre malnutrición de eMedicine (3) señala para hacer el diagnóstico de malnutrición y para determinar el estado alimenticio de un niño los estudios de laboratorio (siendo los más provechosos los estudios hematológicos y los que evalúan estado proteico).
Una GPC (4) para el manejo nutricional de pacientes con anorexia nerviosa recomienda un conjunto de medidas para la evaluación nutricional (clínicas y de laboratorio) del paciente con anorexia nerviosa cuando ingresa en un hospital. En la evaluación clínica incluye:
- valoración de cambios recientes en hábitos alimentarios
- índice de pérdida de peso
- posibles atracones
- posibles vómitos y uso de laxantes
- hidratación
- restricciones en la variedad de alimentos
- etc.
Recomienda la GPC repetir la valoración nutricional a diario cuando al paciente se le a ha sometido a suplementos dietéticos.