Algunos problemas y experiencias, en especial los que han estado presentes durante bastante tiempo, pueden hacer que te sientas desesperanzado o sobrepasado. En estos momentos, puedes pensar que no tienes opciones y la idea del suicidio es una forma de escapar del intenso dolor emocional.
Las personas que se suicidan a menudo piensan que sus problemas son insoportables y no se pueden arreglar. Ellos sienten que nada de lo que hagan va a cambiar su situación. Su dolor emocional puede distorsionar el pensar de manera juiciosa, lo que hace más difícil confiar, o ver posibles soluciones a los problemas, o conectar con el amor y el apoyo del que disponen.
Incluso aunque parezca que no puedes soportar ni un minuto más, es importante recordar que los sentimientos (por ejemplo, el dolor, la ira, la tristeza, la soledad, la vergüenza), sobre todo en este nivel tan intenso, no duran para siempre.
A veces los pensamientos suicidas pueden llegar a ser muy fuertes, especialmente si has tomado alcohol u otras drogas.
Es importante no tomar drogas o alcohol, especialmente cuando te sientes desesperado o está pensando en el suicidio.
Algunos de los pensamientos que puedes tener son:
Tus sentimientos de dolor son muy reales. Sin embargo, es importante saber que hay esperanza. Con la ayuda de profesionales y el apoyo de tu familia y amigos, puedes aprender acerca de lo que está causando tu sufrimiento y cómo puedes cambiar o saber manejarlo.
Los profesionales de la salud mental pueden ayudarte a aprender nuevas estrategias para hacer frente a tu dolor. Por ejemplo aprender habilidades para enfrentarte a los conflictos, a ver los problemas bajo otro punto de vista, manejar mejorar emociones intensas y dolorosas, mejorar las relaciones personales, los apoyos sociales o pautar tratamiento con psicofármacos que te ayuden a aliviar la ansiedad y te animen.
Los problemas en salud mental, tales como depresión o ansiedad, pueden aumentar los deseos de suicidio.
Los problemas de salud mental son tratables. Es importante que hables con tu médico si te sientes fatigado, deprimido o ansioso. El médico de atención primaria te puede ayudar derivándote al especialista en salud mental (psiquiatra o psicólogo clínico).
Pueden sentir que tus familiares o amigos estarían mejor sin ti. Es importante recordar que el conflicto con los demás no dura para siempre. La terminación de tu vida, no es una forma de resolver este conflicto.
Sabemos que para las personas que pierden a un ser querido por suicidio, sus vidas, no mejoran.
Hay muchos tipos de pérdida que pueden aumentar las posibilidades de suicidarte.
Algunos ejemplos que pueden desencadenar sentimientos de suicidio incluyen: una ruptura de pareja, perder un empleo, perder el estatus social o la pérdida de un ser querido o amigo.
Conocer a alguien que ha muerto por suicidio puede aumentar la probabilidad de que creas que el suicidio es una opción.
Por más difícil que pueda parecer la pérdida, hay personas y asociaciones que pueden ayudarte en tiempos difíciles.
Los problemas financieros o jurídicos, como las deudas, los problemas con los juegos de azar u otros (ludopatía), o problemas con la ley, pueden ser muy estresantes. Es importante saber que hay sitios donde pueden ayudarte a lidiar con los problemas legales.
Los pensamientos suicidas pueden aumentar si pasas mucho tiempo a solas, o no sientes que puedes hablar con alguien de tus problemas. Habla con alguien, como un profesional, acerca de las maneras en las que puedes aumentar los apoyos sociales en tu vida. Puede ser que las personas que están cerca de ti no entiendan el dolor que estás sintiendo. Habla con un profesional para que te ayude a que los demás puedan comprender el dolor y la infelicidad por la que estás pasando.
El consumo de alcohol u otras drogas pueden hacer que los sentimientos de depresión, ansiedad y pensamientos de suicidio empeoren. Pueden cambiar la forma de pensar con respecto a los problemas que tienes en tu vida. Si las drogas o el alcohol influyen en tus problemas, puedes obtener información sobre el tratamiento en el Centro de Atención de Drogodependencias o CAD de zona a través de tu médico de atención primaria.
También hay otras asociaciones para adicciones de las que te pueden informar allí.
Los problemas médicos como la diabetes, problemas de tiroides, dolor crónico, u otras enfermedades crónicas, dolorosas e incapacitantes, pueden aumentar las posibilidades de que una persona piense en el suicidio. Asegúrate de tener adecuada atención médica para los problemas de salud. Algunos medicamentos pueden aumentar los deseos de suicidio. Es importante que hables con tu médico acerca de ello.
Las personas lesbianas, gays, bisexuales o transexuales pueden tener un riesgo más alto de suicidio. La confusión acerca de la identidad sexual y los temores de que sea posible o real el rechazo de familiares o amigos puede empeorar las ideas de suicidio.
Este material ha sido extraído de la web del Ministerio de Salud y Adicciones de Canadá, y del Consorcio para la Organización de la Salud mental (COMH). Web www.comh.ca