Pregunta actualizada a 16 de Junio de 2020
La información contenida en esta respuesta, está en continua revisión, siendo posible que, en un plazo breve sea actualizada, incorporando una nueva pregunta al Banco de Preguntas. Algunos de los documentos referenciados son “preprint”, es decir que no han sido revisados por pares. Aportan información que precisa ser evaluada con detalle antes de convertirse en recomendaciones aplicables a la práctica clínica.
Los documentos consultados sugieren que las mascarillas filtrantes [N95 y FFP (por sus siglas en inglés, filtering face pieces)] se pueden reesterilizar mediante la aplicación de la luz ultravioleta (UV) en el marco de la actual crisis sanitaria causada por la pandemia de la COVID-19. Hay que tener en cuenta, no obstante, el potencial efecto perjudicial en la salud humana de la exposición a luz UV.
En todos los casos, es muy importante que las mascarillas que se vayan a descontaminar no estén degradadas o rotas y que estén limpias para disminuir la carga microbiana. Tras el proceso de descontaminación o re-esterilización se deberían evaluar las propiedades de las mascarillas y tener en cuenta que las mascarillas mantienen las propiedades de ajuste y capacidad de filtrado, ya que si está dañada o el respirador no encaja, no ayudará a reducir la exposición a partículas en el aire.
El documento de posicionamiento de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH)(1) sobre la descontaminación de mascarillas N95 y FFP, recoge el uso de la luz UV como una opción aceptable, recordando siempre que se trata de material de un solo uso. Se indica que ha sido demostrada la efectividad de la acción germicida de los rayos UV (RUV), utilizando una lámpara doble, de manera que la mascarilla reciba la luz directamente por arriba y por abajo, con una potencia de 36W y con un tiempo de exposición de 148 segundos; esta exposición logró la desinfección bacteriana con una reducción de 7log y la inocuidad sobre las mascarillas tratadas, en términos de capacidad de filtrado y adaptación facial.
Según los Centre for Disease Prevention and Control (CDC)(2) la luz UV es un método prometedor, pero la eficacia de la desinfección depende de la dosis y de los efectos de sombra producidos por las múltiples capas de la construcción del respirador. Este documento recoge varios estudios que incluyeron a un total de once modelos de respirador expuestos a varias dosis de luz UV (que oscilaron aproximadamente entre 0,5 y 950 J / cm2); se registró un rendimiento de filtración aceptable junto con un efecto mínimo sobre el ajuste. Destaca también que la exposición a luz UV es perjudicial y que se requieren precauciones adecuadas para evitar la exposición de la piel o los ojos.
Tres revisiones narrativas(3-5) sobre métodos de descontaminación eficientes y seguros para las mascarillas N95 contaminadas con coronavirus ( SARS-CoV y SARS-CoV-2), consideran aceptable el uso de la luz germicida UV-C para descontaminar las mascarillas N95:
-
La primera revisión(3) indica que los niveles necesarios de luz germicida UV-C para descontaminar las mascarillas N95 no afectan a su capacidad de ajuste ni a la efectividad del filtrado y pueden usarse de manera segura después de la descontaminación. Se recomienda su uso para la inactivación de SARS-CoV-2 en situaciones de escasez de mascarillas. Sin embargo, debe considerarse que la efectividad de los rayos UV-C depende de la dosis y de las zonas de sombra, ya que los virus solo se inactivan irradiando directamente las superficies. Por lo tanto, las mascarillas N95 deben irradiarse desde ambos lados, evitando así lugares de sombra.
-
La segunda revisión(4) incluye estudios experimentales en los que se ha encontrado que la radiación UV-C, a diferentes dosis y durante tiempos diferentes, es efectiva (es decir, logra una reducción ≥3 log) para neutralizar el virus de la influenza o el virus SARS-CoV inoculados en las superficies de las mascarillas FFR. Sin embargo, a dosis altas (por ejemplo, 950 J / cm2), se observó un deterioro significativo de las capas de material de las mascarillas al tiempo que debilitaba la resistencia a la rotura de las correas. Es necesario por lo tanto ajustar el número de veces que puede descontaminar una mascarilla con este procedimiento. En términos de aplicación práctica de radiación UV-C, muchas organizaciones de atención sanitaria ya tienen sistemas de radiación UV-C que podrían utilizarse para la descontaminación de FFR. Es necesario, la capacitación del personal para limitar la exposición a la radiación UV-C a los ojos y la piel.
-
Los autores de la tercera revisión(5) (artículo en “preprint”) presentan un método práctico para la descontaminación repetida en el punto de uso de las mascarillas, utilizando cajas de reticuladores UV-C disponibles en el mercado o un dispositivo simple de bajo costo, diseñado a medida y fabricado para exponer cada lado de la máscara a 800- 1200 mJ / cm2 de UV-C. Este dispositivo ha sido probado en el modelo 8210 de 3M, aplicando a cada lado de la mascarilla una irradiación de 800-1200 mJ / cm2 de UV-C durante dos minutos, lo que permite una descontaminación fiable y una reutilización repetida sin fotodegradación sustancial de la mascarilla. Los autores sugieren que este tipo de dispositivo podría ser una forma rentable de capacitar a los trabajadores de primera línea, y potencialmente al público en general, para descontaminar las mascarillas, incluso si no tienen acceso a una gran instalación de descontaminación en el hospital.
Por último, en un estudio experimental(6) se inocularon cuatro ubicaciones diferentes, de la pieza facial y de la correa, en 5 modelos diferentes de mascarillas N95 (3M 1860, 8210, 8511, 9211 y Moldex 1511) con una gota de 10 μL de stock viral de SARS-CoV-2 (8 x 107 TCID50 / mL). Las superficies de los respiradores que miraban hacia el exterior y hacia el usuario se irradiaron cada una con una dosis de 1,5 J / cm2 de UVC (254 nm). Los resultados indican que este fue un método efectivo de descontaminación para los modelos de mascarilla 3M 1860 y Moldex 1511, y tambien para sus correas. Los autores concluyen que esta dosis es un método de descontaminación apropiado para facilitar la reutilización de mascarillas para el personal sanitario. El aumento de la dosis puede mejorar la descontaminación de los otros modelos y correas; sin embargo, la radiación UVC puede degradar ciertos polímeros que forman parte de la composición de las mascarillas (dependiendo de la dosis), y los efectos pueden variar mucho entre los diferentes modelos. Por lo tanto, la prueba de ajuste de las mascarillas descontaminadas con UVC debe realizarse con cada nuevo modelo y / o dosis utilizada.