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Vacunación frente a VPH de varones nacidos entre 1999 y 2010 - FAQ para profesionales
El virus del papiloma humano (VPH) se transmite principalmente por contacto sexual.
La mayoría de las personas no vacunadas contraen el virus poco después del inicio de las relaciones sexuales. No es necesaria la penetración para que tenga lugar el contagio. El contacto genital piel con piel, incluido el sexo oral, es un modo de contagio claramente demostrado, por lo que los preservativos no ofrecen una protección total frente al contagio, aunque sí una elevada protección frente al VPH y todavía mayor frente al VIH y otras enfermedades de transmisión sexual, como la sífilis, la gonorrea y la infección por clamidias.
Entre los factores de riesgo de contraer la infección por el virus del papiloma humano (VPH) se encuentran:
- Inicio precoz de las relaciones sexuales.
- El número de parejas sexuales.
- No usar preservativo.
Aunque en la mayoría de las personas el sistema inmunitario logra eliminar el virus, en otras la infección se hace persistente. El tabaco y la situación de inmunodepresión favorecen esta situación. Es necesario recordar que el tabaco es un factor de riesgo para el cáncer de cuello de útero y de garganta, ambos también relacionados con el virus del papiloma humano.
La infección por VPH es una de las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes. Se estima que aproximadamente el 80 % de las personas sexualmente activas contraerán este virus en algún momento de su vida. Tanto los hombres como las mujeres pueden transmitir el VPH, sin que el uso de preservativo elimine por completo el riesgo de contagio. La mayor parte de las infecciones por VPH son asintomáticas (en el caso de los genotipos oncogénicos pueden serlo durante, al menos, 10-15 años), por lo que la transmisión ocurre de forma inadvertida.
Los genotipos de alto riesgo (oncogénicos) pueden causar cáncer en diversas localizaciones implicadas en contacto sexual, tanto anogenital como orofaríngea. La proporción de los casos de cáncer de pene atribuibles a la infección por VPH, y, por lo tanto, prevenibles si se evita la infección (fracción prevenible), es superior al 50 %, al igual que ocurre con el cáncer anal de células escamosas, más frecuente en varones. Aunque la asociación entre el VPH y los tumores de cabeza y cuello (como el de orofaringe) es menor que la encontrada con el cáncer de ano, cabe destacar la elevada incidencia de estos tumores, especialmente en varones.
Los genotipos de bajo riesgo causan verrugas anogenitales (condilomas) y papilomatosis faríngea. Estas lesiones, si bien no son malignas, presentan un desafío clínico por su persistencia y dificultad para tratarse de manera efectiva.
Se conocen más de 200 genotipos del VPH, identificados por números. Según su tropismo, pueden ser cutáneos o mucosos. Estos últimos son los de mayor relevancia clínica, y en ellos se distinguen:
- Genotipos de alto riesgo (oncogénicos). El de mayor riesgo y más prevalente en cáncer es el genotipo 16, seguido por el 18 y el 45; otros son: 31, 33, 39, 51, 52, 56, 58 y 59.
- Genotipos de bajo riesgo. Son causa de las verrugas anogenitales y de la papilomatosis respiratoria recurrente, enfermedades originadas en el 90 % de los casos por los tipos 6 y 11.
La vacuna financiada en la actualidad en la Región de Murcia (Gardasil 9®) incluye en su composición los tipos de alto riesgo 16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58 (responsables en su conjunto del 90 % de los cánceres de cuello de útero y al 78-96 % de los cánceres relacionados con el VPH de otras localizaciones), y los de bajo riesgo 6 y 11.
Además del cáncer cervical, ampliamente reconocido por su relación con el virus del papiloma humano (VPH) en las mujeres, existen otros tipos de cáncer vinculados a este virus que también afectan a los hombres. Entre ellos destacan el cáncer anal y el de pene, ambos estrechamente asociados al VPH. Asimismo, se incluyen los tumores de cabeza y cuello, como el de orofaringe y laringe, que, aunque tienen una menor asociación con el virus en comparación con los anteriores, presentan una incidencia más elevada. Es reseñable que, a diferencia de lo que ocurre en el cáncer de cérvix, no existen programas de cribado dirigidos a población general.
La prevención se realiza en dos niveles:
- Prevención primaria mediante la vacunación, con una doble estrategia: Por una parte, la vacunación sistemática de adolescentes/preadolescentes; por otra, la vacunación dirigida específicamente a personas que presentan factores que aumentan el riesgo de infección o de enfermedad grave en caso de haber adquirido el virus (ver protocolo de vacunación frente al virus del papiloma humano (VPH) en personas con condiciones de riesgo). La vacunación sistemática se realiza, en la Región de Murcia, en el entorno escolar (actualmente los chicos y chicas que cumplen 11-12 años en el curso escolar y que en su gran mayoría se encuentran en 6º curso de Educación Primaria), y se está llevando a cabo desde el año 2008, inicialmente solo en niñas. Dado que la incorporación de los varones a la vacunación escolar frente al VPH se produjo en 2022, se considera necesario hacer un esfuerzo para vacunar a los adolescentes y jóvenes de sexo masculino no captados con anterioridad.
- Prevención secundaria mediante las estrategias de cribado, que existen exclusivamente para el cáncer de cuello uterino: citología cervical y/o detección del genoma del VPH. En España, en 2023 el Ministerio de Sanidad publicó un documento de consenso con las directrices que deben seguir en la actualidad los cribados poblacionales de cáncer de cérvix, (ver situación de la implementación en la Región de Murcia) .En el presente, el cribado sigue siendo necesario y recomendado no solo en mujeres que no recibieron la vacuna frente al VPH, sino también en vacunadas.
Los preservativos son útiles para reducir el riesgo de infección, aunque no lo eliminan por completo, ya que el virus puede encontrarse en zonas del área genital y anal no cubiertas por el preservativo, siento el contacto piel con piel y el sexo oral formas de contagio demostradas. Por tanto, la forma más eficaz de reducir el riesgo de infección y sus consecuencias negativas es la vacunación. Debe tenerse en cuenta, además, que los preservativos son muy eficaces para la prevención de otras infecciones de transmisión sexual (VIH, sífilis, gonorrea, clamidias) y evitar embarazos no deseados.
La vacunación es una estrategia de efectividad demostrada en la prevención de la infección asociada al VPH. Los niveles de anticuerpos específicos producidos en la infección natural no siempre son suficientes para proteger contra la re-infección posterior, mientras que la vacunación confiere una respuesta mejorada frente a la respuesta inmunológica natural, proporcionando protección a largo plazo y manteniendo niveles elevados y sostenidos de anticuerpos séricos. Además, disminuye en la población la circulación de los genotipos vacunales (protección comunitaria).
Al prevenir la infección (prevención primaria) existe gran potencial para la prevención de las enfermedades asociadas, tanto malignas, como tumores localizados en la región anal, genital, cabeza y cuello, y benignas como verrugas anogenitales (condilomas) y papilomatosis faríngea. Estas últimas, representan un desafío clínico por su persistencia y dificultad para un tratamiento efectivo. En varones la vacunación ha demostrado prevenir gran parte de la carga de enfermedad asociada con la infección por los genotipos del VPH más relevantes por su prevalencia y patogenicidad, tanto oncogénicos (responsables de lesiones preneoplásicas y tumores invasivos) como de bajo riesgo (responsables de verrugas genitales).
Además, hay que tener en cuenta que, a diferencia con el cáncer de cuello de útero en mujeres, estos cánceres no tienen pruebas de cribado para una detección precoz.
La actitud de los profesionales sanitarios es fundamental para fomentar la confianza en las vacunas. La recomendación de vacunación a los pacientes por parte de su profesional sanitario de confianza es muy importante, pues los pacientes confían en el consejo de los sanitarios por encima de otras fuentes.
Es importante, por este motivo, informar a los pacientes sobre los beneficios de la vacunación, evitar la desinformación y responder de forma respetuosa a las dudas sobre las vacunas.
En la actualidad, las vacunas frente al VPH autorizadas y disponibles en España y el resto de Europa son dos:
Cervarix®, que cubre los genotipos 16 y 18, responsables de la mayoría de los tumores asociados al virus.
Gardasil 9®, que cubre los genotipos 16, 18 y otros 5 menos comunes (31, 33, 45, 52 y 58), todos ellos relacionados con distintos cánceres, así como los genotipos 6 y 11, relacionados con las verrugas genitales.
La vacuna suministrada actualmente por el Programa de Vacunaciones de la Región de Murcia es Gardasil 9®. Sin embargo, las personas sanas vacunadas anteriormente con Cervarix® o Gardasil® (vacuna frente a 4 genotipos anteriormente disponible), dado la adecuada protección de las mismas frente a los genotipos oncogénicos más frecuentes se consideran correctamente vacunadas y no hay que administrar nuevas dosis de vacuna.
Esta es una vacuna nonavalente elaborada (como todas las vacunas frente al VPH comercializadas) a partir de partículas similares al virus (VLPs: ¿viral-like particles¿) altamente purificadas de la proteína L1 (mayor) de la cápside, obtenidas por tecnología de ADN recombinante, que utiliza además un adyuvante (hidroxifosfato sulfato de aluminio amorfo) como potenciador de su inmunogenicidad. Al no contener viriones replicativos, no puede en ningún caso causar infección por VPH ni cáncer.
Los datos de impacto poblacional de las vacunas frente al virus del papiloma humano muestran una disminución de la efectividad cuando se administran a una población que ya ha estado expuesta al VPH. Sin embargo, las personas que ya hayan iniciado relaciones sexuales deben vacunarse, habiendo demostrado las estrategias de captación en varones ser eficaces.
Las personas no vacunadas pueden o no infectarse durante sus primeras relaciones sexuales. En caso de infección, esta podría involucrar uno o varios tipos del virus del papiloma humano (VPH), aunque es poco probable que incluyan los nueve tipos que cubre la vacuna actualmente administrada en España. Por ello, la vacuna ofrece una protección adicional que no sería posible obtener de otra manera, lo que refuerza la importancia de recomendar la vacunación a estas personas.
Sí, deben vacunarse, aunque ya haya han tenido una infección previa por el virus. Aunque la vacuna no es útil para tratar infecciones activas, sí tiene efecto protector en el caso de que la persona contacte con posterioridad con alguno de los genotipos del VPH que se incluyen en ella.
Sí, son seguras. Desde su primera autorización en 2006, se han administrado un total de más de 500 millones de dosis de vacunas frente al VPH en todo el mundo, no habiéndose detectado ninguna señal de alarma que haga dudar de la seguridad de cualquiera de las vacunas.
Las reacciones adversas observadas con más frecuencia con Gardasil 9®, la vacuna actualmente disponible, son dolor o inflamación en el lugar de inyección y dolor de cabeza. También se han descrito como frecuentes mareos, fiebre o malestar general. En caso de que la fiebre o el malestar requiriesen tratamiento, se recomienda el uso de paracetamol u otros fármacos analgésicos o antitérmicos. Puede ampliar la información en la ficha técnica de Gardasil 9®.
Las reacciones adversas graves son muy poco frecuentes. Recuerde que debe notificar todas las sospechas de reacciones adversas a medicamentos (según el Real Decreto 1344/2007) al Centro Autonómico de Farmacovigilancia o a través del formulario electrónico disponible en la web de notificaRAM.
Deben vacunarse frente al virus del papiloma humano (VPH):
Chicos y chicas de 11-12 años, vacunándose en centros escolares.
Varones nacidos a partir del 1 de enero de 2011. Se puede ampliar información en la web vacunación frente al VPH en personas sanas no vacunadas.
Mujeres de hasta 18 años de edad (inclusive).
Varones y mujeres no vacunados/as nacidos/as en los años 1999 y 2000. En la actualidadm se ha empezado la captación de varones nacidos en los años 1999 y 2000 (ambos incluidos). Posteriormente, se irán incluyendo personas nacidas en otros años (entre 2001 y 2010). Las mujeres mayores de 18 años (inclusive) nacidas en dichos años no vacunadas con anterioridad podrán vacunarse en paralelo con los varones nacidos dichos años.
Personas con determinadas condiciones de riesgo:
-Hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH).
-Situación de prostitución.
-Síndrome WHIM, que es un tipo de inmunodeficiencia primaria.
-Infección por VIH.
-Trasplante de órgano sólido o de progenitores hematopoyéticos.
-Mujeres que hayan recibido cualquier tratamiento por lesión intraepitelial de alto grado de cuello de útero (CIN2+). En este caso se vacunará a todas las mujeres, independientemente de la edad. Para más información consultar preguntas y respuestas para grupos de riesgo.
Las edades límite en las que está recomendada la vacunación en cada uno de los grupos y el resto de cuestiones sobre la vacunación frente a VPH de estas personas se puede ampliar en la página sobre vacunación frente al VPH en grupos de riesgo
La vacunación de las personas incluidas en cada uno de estos grupos es totalmente gratuita.
La presente campaña va dirigida a la captación exclusivamente de personas de hasta 25 años, inclusive, de edad. En esta franja de edad, en ausencia de inmunosupresión (primaria o secundaria) únicamente es necesaria una dosis, tal y como recomiendan la Organización Mundial de la Salud y otros organismos internacionales. A pesar de comenzar la campaña por los nacidos en 1999 para abarcar a todos las personas de 25 años de edad o menos, algunos de los nacidos a principio de año, en caso de que se retrasasen en el inicio de la pauta vacunal y hayan cumplido los 26 años, deberán recibir 2 dosis de vacuna separadas, al menos, por 6 meses.
En el caso de personas en situación de inmunodepresión, ya sea por inmunodeficiencia primaria o secundaria a tratamiento, cuando se habilite la vacunación para su año de nacimiento, independientemente de la edad en que se inicie la vacunación, se administrarán tres dosis en una pauta de 0, 2 y 6 meses.
Para personas con condiciones de riesgo que requieran vacunación frente al VPH, se debe consultar la web específica (https://www.murciasalud.es/web/vacunacion/-/vacunaci%C3%B3n-frente-al-virus-del-papiloma-humano-vph-en-grupos-de-riesgo) para conocer las dosis recomendadas.
Sí. Tanto las mujers como los varones de hasta 25 años de edad (iclusive), podrán vacunarse según se vayan abriendo la correspondiente cohorte de nacimiento, podrán vacunarse incluso en caso de inmunodeficiencia primaria o secundaria. La diferencia en caso de personas con inmunosupresión será que, independientemente de la edad de inicio de la vacunación, la pauta será siempre de 3 dosis (0, 2 y 6 meses).
La vacunación frente al virus del papiloma humano en personas nacidas entre 1999 y 2010 no vacunadas se va a realizar a lo largo de 3 años, comenzando por las personas de mayor edad, nacidos en 1999 y 2000. Para los nacidos en años posteriores, se irá informando progresivamente del momento a partir del que pueden comenzar a vacunarse (ver cronograma, que se irá actualizando). Mientras, deberán esperar a que se abra la campaña a su año de nacimiento. Aunque el objetivo de la campaña son los varones, las mujeres también podrán vacunarse conforme se vaya abriendo su cohorte de nacimiento.
Es necesario recalcar que esta información no es aplicable a personas incluidas como grupos de riesgo, que deben vacunarse siguiendo las instrucciones recogidas en el protocolo de vacunación frente al virus del papiloma humano (VPH) en personas con condiciones de riesgo aunque su cohorte de nacimiento no haya sido incluida todavía en esta campaña.
En los últimos años, varios estudios científicos han mostrado que, en personas inmunocompetentes de hasta 25 años una única dosis de la vacuna ofrece protección frente al VPH similar a las pautas con varias dosis. Esta recomendación fue avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2022 debido al mejor conocimiento de la efectividad de la vacuna y fue adoptada en países como Reino Unido, Irlanda o Australia, entre otros. En España recientemente se ha revisado la evidencia científica por parte del Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas y se ha recomendado cambiar a una única dosis.
La vacuna frente al VPH no debe administrarse a quienes hayan tenido una reacción alérgica grave (como anafilaxia) a alguno de sus componentes (pueden consultarse en la ficha técnica ), o tras recibir una dosis previa de esta vacuna.
En caso de fiebre o una enfermedad aguda moderada o grave, se recomienda retrasar la vacunación hasta que los síntomas hayan desaparecido.
Sí. Si están indicadas, se pueden administrar a la vez, tanto las vacunas de calendario, como las vacunas que se reciban por alguna condición de riesgo o las estacionales (gripe y COVID-19) en caso de estar indicadas.
Cuando se administra de una vacuna el mismo día, se suele hacer en dos miembros diferentes o, si se administran más de 2, dejando una distancia mínima de 2,5 cm entre ellas.
En caso de no administrar las vacunas el mismo día, no hay que dejar ningún intervalo de días específico entre la administración de la vacuna frente al VPH y cualquier otra.
Sí, se pueden administrar perfectamente ambas vacunas el mismo día sin problemas. Igualmente, se pueden administrar separadas por cualquier intervalo.
Sí. Esta vacuna debe ser administrada con precaución en personas con trombocitopenia o cualquier trastorno de la coagulación porque puede aparecer hemorragia después de una administración intramuscular en estos individuos.
No, no es necesario realizar ninguna prueba para administrar la vacuna.
Según se vaya abriendo la campaña para los nacidos en los distintos años, la vacunación frente a VPH se realizará en los distintos centros de salud y consultorios para las personas cuya asistencia sanitaria proporcionada por del Servicio Murciano de Salud. Para las personas con asistencia proporcionada por mutualidades o seguro privado, la vacunación tendrá lugar en su puesto de vacunación habitual.
Las personas residentes en el municipio de Murcia, independientemente del tipo de asistencia sanitaria, podrán vacunase en el puesto de Servicios Municipales de Salud del Ayuntamiento de Murcia, ubicado en Jardín de Salitre, para lo que habrá que solicitar cita previa.
Los usuarios del Servicio Murciano de Salud podrán pedir cita previa con su enfermera a través de web de cita previa, la app de cita previa, telefónica o en el mostrador de su centro de salud, según se vaya abriendo la vacunación para su cohorte de nacimiento.
Las personas mutualistas o con seguro privado, solicitarán cita previa en su puesto de vacunación habitual, según se vaya abriendo la vacunación para su cohorte de nacimiento.
Además, las personas pertenecientes al municipio de Murcia, según se vaya abriendo la vacunación para su cohorte de nacimiento, independientemente de su asistencia sanitaria, podrán solicitar cita previa en https://www.ayuntamientomurcia-salud.es/index.php/areas/vacunaciones
Las personas menores de 16 años precisan la autorización de sus progenitores o tutores legales para que les sea administrada la vacuna, debiendo acudir acompañados por los mismos al puesto de vacunación. A partir de los 16 años (inclusive) esto no es necesario, pudiendo prestar consentimiento para la vacunación por sí mismos/as.
La actitud de los profesionales sanitarios es fundamental para fomentar la confianza en las vacunas. La recomendación de vacunación a los pacientes por parte de su profesional sanitario de confianza es muy importante, pues los pacientes confían en el consejo de los sanitarios por encima de otras fuentes.
Es importante, por este motivo, informar a los pacientes sobre los beneficios de la vacunación, evitar la desinformación y responder de forma respetuosa a las dudas sobre las vacunas.
Como en cualquier otro proceso de comunicación, es muy importante una actitud empática, sin juicios y abierta al diálogo, adaptándonos a las características socioculturales del paciente y, en su caso, su familia.
Existe evidencia a favor del uso de las recomendaciones firmes y realizadas de manera presuntiva (es decir, iniciar la conversación con expresiones que den por supuesto que la persona tiene intención de vacunarse), sin diferenciar la vacuna frente a VPH del resto de las vacunas, para abordar la vacunación frente a VPH. Las recomendaciones firmes tienen las siguientes características: se basan en afirmaciones directas, se establecen desde la conexión con las emociones/valores del paciente/familia), evocan emociones positivas (p.ej. haciendo referencia al autocuidado/protección), se comparten experiencias personales del profesional sanitario ("Yo ya he vacunado a mi hijo/a"), destacan la vacunación como norma social y práctica habitual ("Todos los adolescentes de mi consulta están vacunados").
La Organización Mundial de la Salud ha destacado 5 puntos clave que debemos incluir siempre que hablemos con nuestros pacientes de la vacunación frente al VPH:
- Explicar cuándo vacunar y por qué la vacuna frente al VPH es tan importante.
- Explicar proactivamente cuáles son los efectos adversos de la vacuna (ver en la pregunta dedicada a estos).
- Promover la confianza en la seguridad de las vacunas frente al VPH.
- Centrarse en la prevención del cáncer.
- Enfatizar que la protección es a largo plazo.
En caso de encontrar reticencias a la vacunación asociadas a informaciones falsas (mitos), es importante afirmar su falsedad pero sin repetir el mito, proporcionar información veraz basada en la evidencia y redirigir a fuentes de información confiables.
Por último, debe recordarse que cualquier visita del paciente a nuestra consulta constituye una oportunidad para actualizar su calendario vacunal, incluyendo la vacunación frente al VPH en las personas que la tienen recomendada.
Última actualización: 26/03/2025
