MurciaSalud
Servicio de Epidemiología
Gripe
La gripe es una enfermedad vírica aguda producida por el virus de la gripe o virus influenza. Hay tres tipos de virus influenza: A, B y C. Los tipos B y C infectan principalmente a humanos. Los virus de tipo A comprenden una clasificación más compleja, en función de dos partículas presentes en su superficie, llamadas H (hemaglutinina ) y N (neuraminidasa ). Actualmente, los virus de gripe A que circulan ampliamente entre humanos son de los subtipos H1N1 y H3N2. Por otro lado, el subtipo de gripe ¿aviar¿ más extendido es H5N1.
El cuadro gripal clásico consiste en la aparición de fiebre, tos seca, dolor de cabeza, dolores musculares, postración, secreción nasal y dolor de garganta, entre otros. En niños pueden aparecer también manifestaciones gastrointestinales, como diarrea o vómitos. Por otro lado, en las personas de edad avanzada, la presentación clínica puede no ser evidente y manifestarse por un empeoramiento de las condiciones subyacentes, sin llegar a provocar fiebre.
La gripe puede complicarse con una sobreinfección bacteriana de las vías respiratorias inferiores, como bronquitis o neumonía, y otras afecciones como otitis, crisis convulsivas e incluso encefalitis. La mayor parte de defunciones asociadas al virus de la grupe se presentan en personas de 65 años y más.
La gripe se transmite por vía respiratoria, a través de la expulsión de secreciones respiratorias, y también por contacto directo con las personas infectadas.
Los estudios de la transmisión de la COVID-19 han permitido deducir que la transmisión de la mayoría de patógenos respiratorios probablemente tenga un componente de transmisión aérea: la emisión de aerosoles al hablar, toser o estornudar permite que las partículas infecciosas queden suspendidas en el aire. En aquellos entornos mal ventilados o aquellos con flujos de aire que dirijan dichas partículas hacia personas no contagiadas, podría tener lugar una transmisión entre personas que no han tenido un contacto cercano.
Por otro lado, el principal reservorio no humano de la gripe son las aves, especialmente aves acuáticas migratorias, como los patos salvajes. Los subtipos específicos que causan la gripe aviar pueden trascender a explotaciones avícolas comerciales, y los trabajadores de dichas explotaciones, así como otros mamíferos (p. ej. gatos) en la zona están expuestos a riesgo de adquirir la infección. No es habitual que las personas que se infectan de esta manera puedan transmitir la enfermedad a otras personas, puesto que son necesarias mutaciones adicionales del virus para posibilitarlo.
La gripe es fundamentalmente una enfermedad estacional. El virus muta de forma continua, y de un año a otro, lo habitual es que haya sufrido cambios suficientes como para producir enfermedad incluso en personas que se infectaron el año anterior. Mediante estos cambios, el virus es capaz de esquivar los mecanismos inmunitarios naturales del cuerpo humano.
Por tanto, las vacunas frente a la gripe se actualizan de forma anual, monitorizando las cepas que circulan de forma más amplia en cada temporada.
La vacunación se recomienda a:
- Todas las personas de 60 o más años.
- Personas institucionalizadas (residencias de mayores, centros de discapacidad y residentes en instituciones cerradas)
- Personas con menos de 60 años y alguna condición de riesgo: diabetes mellitus; obesidad mórbida; enfermedad crónica cardiovascular, neurológica, respiratoria, renal, hepática, inflamatoria, hemática o neuromuscular; inmunosupresión; cáncer; fístula de líquido cefalorraquídeo; implante coclear; enfermedad celíaca; y disfunción cognitiva.
- Embarazadas y mujeres durante los 6 meses siguientes al parto.
- Convivientes y personas cuidadoras de personas inmunodeprimidas.
- Personal trabajador de centros sanitarios, sociosanitarios y servicios públicos esenciales.
- Niños de 6 a 59 meses de edad (Ver: Programa de vacunación escolar antigripal)
(Según recomendaciones de la Ponencia de Programa y Registro de Vacunaciones y la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud)
Asimismo, es recomendable seguir medidas higiénico-preventivas, especialmente si se pertenece a alguno de los grupos de riesgo mencionados arriba:
- Reducir contacto con personas enfermas.
- Lavarse las manos con frecuencia.
- Si se tienen síntomas:
o cubrirse al toser o estornudar con pañuelos desechables,
o reducir el contacto con personas vulnerables,
o evitar aglomeraciones,
o usar mascarilla
Por lo general, el tratamiento es sintomático. Sin embargo, existen algunos fármacos que reducen la propagación del virus en el organismo, empleados principalmente en casos con una expectativa de desarrollar síntomas graves.
La gripe, COVID-19 e infección por VRS se monitorizan en la Región mediante un sistema de vigilancia centinela integrado a nivel nacional denominado SiVIRA (+info sobre la Red Centinela Sanitaria en la Región).
- Vigilancia centinela de Infección Respiratoria Aguda leve en Atención Primaria (IRA-AP)
- Vigilancia centinela de Infección Respiratoria Aguda Grave en hospitales (IRAG)
- Indicadores semanales de riesgo COVID-19
- Histórico de informes epidemiológicos
- Guía para la prevención y el control de brotes de infecciones respiratorias agudas en centros residenciales de personas vulnerables
- Encuesta de casos de brotes por IRAs
- Guías y protocolos de SIVIRA:
- Guías y protocolos RENAVE (CNE-ISCIII)
- Información metodológica del sistema de vigilancia IRA-AP
- Información metodológica del sistema de vigilancia de IRAG