El diagnóstico precoz y el tratamiento antirretroviral son la clave para frenar el desarrollo de la enfermedad, mantener una buena calidad de vida y para evitar la transmisión del virus a otras personas.
Si estás embarazada tienes el doble de responsabilidad. Un seguimiento ginecológico adecuado evitará casi al 100% que transmitas la infección a tu hijo.
La prueba consiste en un simple análisis de sangre que incluso puede hacer tu médico de cabecera. Si lo prefieres de manera anónima, gratuita y confidencial llama al teléfono de Infosida.