El primer caso de implantación de válvula cardíaca aórtica mediante catéter percutáneo fue publicado en el 2002(1). Posteriormente han sido publicados numerosas descripciones a propósito de un caso y diversas series de casos. No se ha identificado ningún ensayo clínico realizado con esta intervención.
Las series de casos localizadas (2-8) oscilan entre 5 y 86 pacientes. En general son pacientes ancianos (media superior a 80 años), diagnosticados de una estenosis aórtica severa que rechazan la intervención quirúrgica o que presentan contraindicaciones o un riesgo excesivo para la implantación valvular mediante cirugía cardíaca. El seguimiento suele ser de unos 3-4 meses y la mortalidad a los 30 días oscila entre el 12 y el 20%.
Una revisión de Uptodate(9) ,tras revisar las series publicadas, concluye que "estas técnicas son experimentales y se necesita mucha más experiencia para valorar si pueden ser recomendadas clinicamente".
La Guía de Práctica Clínica de la Sociedad Europea de Cardiología, publicada en el 2007(10), basado en opinión de expertos o en estudios de series pequeñas, indica que "la valvuloplastia mediante catéter percutáneo puede ser considerada como un puente hacia la cirugía en pacientes hemodinámicamente inestables o en pacientes con estenosis aórtica sintomática severa que requieren una cirugía mayor no cardíaca. Ocasionalmente podría ser considerada como una medida paliativa en casos inidviduales cuando la cirugía esté contraindicada debido a comorbilidades graves".