MurciaSalud
Servicio de Epidemiología
Chagas (Enfermedad de)
Es una enfermedad parasitaria producida por Trypanosoma cruzi, una especie de protozoo.
La mayor parte de infecciones agudas presentan muy poca sintomatología. En niños es más característico que hagan aparición fiebre, malestar e inflamación de hígado y bazo. También puede darse una reacción inflamatoria cutánea en el lugar de la inoculación, conocida como chagoma.
No obstante, el aspecto más relevante de esta enfermedad tiene que ver con sus potenciales consecuencias a largo plazo, que son irreversibles y afectan al corazón y al tubo digestivo. Estas secuelas producen trastornos arrítmicos y dilatación del diámetro del esófago y el colon. No obstante, no se manifiestan en todos los casos: se estima que un 70% de las personas con infección crónica permanecerá libre de síntomas durante toda subida.
La enfermedad de Chagas se transmite gracias a chinches de la familia Reduviidae. Cuando las chinches se alimentan de la sangre humana, defecan simultáneamente, y estas heces contienen los parásitos. El contacto de las heces con mucosas, heridas o con la propia picadura es lo que posibilita la infección.
La transfusión de sangre también puede ser una vía de contagio, si el donante estaba infectado con tripanosomas en el momento de la extracción. Ocurre algo similar con la donación de órganos. Además, también existe la posibilidad de una infección congénita en cierto porcentaje de los embarazos de mujeres infectadas.
La enfermedad de Chagas está limitada a América Central y del Sur. Los casos registrados en España son importados de países de estas regiones, o casos de Chagas congénito. En la Región de Murcia se realiza una prueba de detección de esta enfermedad a todas las mujeres en el primer trimestre de embarazo.
Dado que los artrópodos que transmiten la enfermedad se encuentran únicamente en América Central y Sudamérica, se recomienda a las personas que viajen a zonas endémicas que se informen sobre la presencia de transmisión activa en las regiones concretas que vayan a visitar. No existe una vacuna para esta enfermedad: las medidas más efectivas tienen que ver con el control de las poblaciones de vectores, las condiciones de construcción de las casas y la prevención individual, como el uso de mosquiteras.
Existen medicamentos antiparasitarios útiles en el abordaje de la infección aguda y la congénita. La eficacia de los tratamientos disminuye conforme transcurre el tiempo que una persona lleva infectada.