MurciaSalud
Servicio de Epidemiología
Virus varicela-zóster (varicela y herpes zóster)
El virus de varicela-zóster (VVZ) produce dos enfermedades distintas. La infección primaria produce la varicela, y su reactivación posterior, habitualmente en adultos mayores, puede dar lugar al herpes zóster.
La varicela es una infección típica de la infancia caracterizada por la aparición de fiebre y una erupción generalizada por todo el cuerpo que da lugar a vesículas y pústulas y luego costras. En adultos y en personas con trastornos de la inmunidad puede dar lugar a cuadros graves, complicándose con neumonía, infecciones bacterianas secundarias y otros trastornos.
El herpes zóster no debe confundirse con el herpes simple, que es causado por el virus homónimo. Tras la varicela, el virus queda latente en el sistema nervioso durante años, y puede reaparecer afectando normalmente a zonas bien delimitadas de la piel de un lado del cuerpo. Da lugar a una erupción de vesículas agrupadas que dura algo más de una semana y puede complicarse con la aparición de un dolor intenso en la zona de la erupción, llamado neuralgia postherpética.
La infección es prácticamente universal y se transmite de persona a persona por contacto directo con los enfermos, sea por el contacto con las lesiones o por los aerosoles emitidos por los pacientes con varicela, por lo que esta última resulta una enfermedad muy contagiosa, mientras que el herpes zóster no lo resulta tanto.
La vacuna frente a la varicela forma parte del calendario de vacunación para toda la vida en la Región, con dosis a los 15 meses y a los 4 años. En 2023 se incluyó una vacuna frente a herpes zóster en dicho calendario para las personas de 65 años, y en 2024 se incluyeron también las personas de 80 años.
No existe un tratamiento curativo de la enfermedad. Puede administrarse tratamiento sintomático y de soporte, según las complicaciones que puedan aparecer.