La Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal del Reina Sofía recibe la certificación de calidad por su óptima atención a los pacientes

La Unidad de Atención Integral a pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal del hospital Reina Sofía de Murcia ha recibido la certificación de calidad que concede el Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa, una distinción que sitúa al centro sanitario del área VII Murcia Este como hospital de referencia y reconoce la calidad asistencial e investigadora desarrollada por esta unidad.

Esta certificación está considerada el mayor reconocimiento para estas unidades en el tratamiento de esta patología en España y las sitúa como referentes a nivel regional y nacional por la atención integral y multidisciplinar que prestan. A través de este reconocimiento se analiza de forma objetiva y sistematizada la calidad de la asistencia prestada, identificando áreas de mejora para que la atención que reciben los pacientes sea homogénea y excelente.

El objetivo de esta Unidad, que atiende anualmente a aproximadamente 900 personas, es proporcionar a los pacientes una atención integral de calidad mediante la participación multidisciplinar de diferentes especialistas implicados. La atención de estas enfermedades requiere un manejo coordinado por varias especialidades como cirugía, reumatología, radiología, medicina preventiva, dermatología y farmacia.

La directora general de Atención Hospitalaria, Irene Marín, resaltó que esta acreditación es un reconocimiento al esfuerzo y dedicación de muchos años de trabajo para proporcionar a los pacientes una atención multidisciplinar de calidad, que incluye un acceso libre del paciente a la unidad si lo necesita, independientemente de su cita programada.

Sobre la Enfermedad

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal se define como un grupo de trastornos inflamatorios que engloba dos entidades fundamentales: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Se trata de una patología de causa desconocida y cuyos síntomas son muy variados y suelen incluir la diarrea o el dolor abdominal, lo que en ocasiones llega a requerir cirugía o ser incapacitantes para los pacientes.

La enfermedad suele aparecer en edades jóvenes y durante su desarrollo se pueden presentar complicaciones tanto intestinales (oclusión intestinal, deficiencias nutricionales y sus consecuencias) como extraintestinales (dermatológicas, reumatológicas, oculares y hepatobiliares, entre otras).

La aparición de los síntomas de la enfermedad es impredecible, con periodos de ausencia de síntomas y brotes. La cronicidad, variabilidad e imprevisibilidad de la enfermedad, los controles periódicos, un tratamiento farmacológico continuado y la posible necesidad de exploraciones endoscópicas o intervenciones quirúrgicas tienen una gran repercusión en la vida familiar, laboral y social del paciente y condicionan considerablemente su percepción de salud y su calidad de vida.