Pregunta actualizada a 8 de noviembre de 2020
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La información identificada es escasa pero coincide en recomendar una radiografía de tórax (RT) de control en torno a las 12 semanas del alta en pacientes que han sufrido una neumonía COVID-19 leve-moderada.
En una guía de práctica clínica (adoptada por la “British Thoracic Society” y la “British Society of Thoracic Imaging” y publicada en noviembre de 2020)(1), se describe el seguimiento del paciente que ha sufrido una neumonía por SARS-CoV-2, diferenciando entre el paciente que ha precisado ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) o en una unidad de alta dependencia (HDU, por sus siglas en inglés) y el paciente con un diagnóstico clínico-radiológico de neumonía COVID-19 de leve a moderada que no requirió atención en la UCI o en una HDU y que generalmente fueron atendidos en la planta hospitalaria o en la comunidad.
Los autores de la guía plantean que a estos pacientes con diagnóstico clínico-radiológico de neumonía COVID-19 leve- moderada se debería realizar de rutina una RT de seguimiento a las 12 semanas desde el alta. La RT debería compararse con las RT anteriores, realizadas durante la hospitalización o en la evaluación inicial del paciente. Si la RT de seguimiento de las 12 semanas muestra una resolución completa (o cambios menores insignificantes como atelectasias), el paciente debería ser dado de alta. Añaden que, no obstante, los pacientes de este grupo que, durante este periodo de 12 semanas, experimenten síntomas respiratorios persistentes o progresivos, como dificultad para respirar, dolor de pecho o tos, deberían buscar atención médica de inmediato antes de la revisión de la RT programada, ya que hay complicaciones agudas que aparecen de forma posterior a la COVID-19 (como el embolismo pulmonar [EP], la enfermedad pulmonar intersticial [EPI] o la infección) que requieren atención médica más urgente.
En el caso de pacientes con anomalías significativas persistentes en la RT de las 12 semanas, se sugiere:
- concertar una cita presencial con el paciente en un centro de atención ambulatoria;
- solicitar pruebas completas de función pulmonar;
- si han pasado más de 6 semanas desde la primera RT, considerar repetir la RT ya que en algunos pacientes las anomalías pueden haberse resuelto entre estos dos momentos temporales.
Si la segunda RT se ha normalizado o presenta hallazgos no significativos, el seguimiento radiológico finaliza y se puede considerar el alta del paciente si se ha recuperado satisfactoriamente.
Los pacientes con anomalías significativas persistentes en la segunda RT y / o pruebas de función pulmonar anormales y / o disnea significativa inexplicable requerirán más investigaciones que pueden incluir lo siguiente:
- Tomografía computarizada volumétrica de alta resolución (TCAR) de sección delgada y una angiografía pulmonar por tomografía computarizada (angio-TC) para evaluar la presencia de EPI y EP, respectivamente.
- Prueba de la marcha con evaluación de la saturación de oxígeno.
- Ecocardiograma si se sospecha hipertensión pulmonar (HP) después de las pruebas de función pulmonar y la TC.
En la misma línea, en un documento de consenso de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)(2) se recomienda, en pacientes que han sufrido una neumonía leve-moderada:
- Una visita (telemática o presencial) con una RT a los 2-3 meses tras el alta.
- En caso de radiografía sin alteraciones y ausencia de síntomas realizar espirometría simple en los próximos 3-6 meses, con el fin de detectar posibles alteraciones de la función respiratoria no sensibles a la radiografía y los síntomas. Si es normal se procederá al alta. Si se detectan alteraciones habrá que valorar el seguimiento en consulta post-COVID-19.
- En caso de RT alterada y/o persistencia de síntomas (persistencia de tos crónica, dolor torácico, disnea grado 3-4 de la mMRC [escala de disnea modificada del Medical Research Council]) se realizarán pruebas de función respiratoria que deberán incluir la espirometría simple y la capacidad de difusión del monóxido de carbono (DLCO), así como pruebas de imagen (TCAR, si hay sospecha clínica de EPI, o angio-TC si hay sospecha de enfermedad vascular pulmonar). Se aconseja realizar estas pruebas en menos de uno o 2 meses. En caso de detectarse alteraciones se seguirá en la consulta post-COVID-19 .
- La frecuencia de seguimiento en la consulta post-COVID-19 y el tipo de exploraciones complementarias dependerán de los hallazgos encontrados, recomendándose visitas de control cada 3-6 meses en función de la gravedad. En aquellos pacientes con persistencia de síntomas, severas alteraciones espirométricas o lesiones graves y/o no resueltas evidenciadas por pruebas de imagen se recomiendan visitas cada 3 meses, y para el resto cada 6 meses.