Pregunta actualizada a 9 de Octubre de 2020
La información contenida en esta respuesta, está en continua revisión, siendo posible que, en un plazo breve sea actualizada.
Los documentos encontrados que abordan esta cuestión, sugieren que las medidas comunitarias adoptadas ( distanciamiento físico, higiene respiratoria y de manos, uso de mascarillas…) para disminuir el riesgo de contagio de la COVID-19, más la vacunación antigripal es muy probable que sean efectivas para reducir la incidencia y el impacto de la gripe.
En el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que actualiza los datos sobre la gripe, emitido del 28 de septiembre de 2020(1), basándose en los datos recogidos hasta el 13 de septiembre de 2020 indica que, a nivel mundial, los casos de gripe informados se encuentran a niveles más bajos de lo esperado para esta época del año. Apunta así mismo que, aunque estos datos deben interpretarse con cautela (ya que la pandemia de COVID-19 en curso ha influido en diversos grados en los comportamientos de búsqueda activa de la infección por gripe, la dotación de personal / rutinas en los sitios centinela, así como en las prioridades y capacidades de prueba en los Estados Miembros) sugieren que las diversas medidas de higiene y distanciamiento físico implementadas para reducir la transmisión del virus del SARS-CoV-2, probablemente hayan contribuido a reducir la transmisión del virus de la gripe.
En un informe (2), publicado en Morbidity and Mortality Weekly Report (MMWR) de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), se muestra que los indicadores de la gripe, comenzaron a disminuir en Estados Unidos, a mediados y final de febrero de 2020, después del reconocimiento de la transmisión comunitaria generalizada de la COVID-19. Estos cambios se pueden atribuir tanto a una disminución en la búsqueda activa de la infección por gripe, como a cambios reales en la circulación del virus debido a la implementación generalizada de medidas para mitigar la transmisión del SARS-CoV-2. Los datos de los laboratorios clínicos en los Estados Unidos indicaron una disminución del 61% en el número de muestras enviadas (de una mediana de 49.696 por semana entre el 29 de septiembre de 2019 y el 29 de febrero de 2020, a 19.537 entre el 1 de marzo y el 16 de mayo de 2020) y una disminución del 98% en la actividad de la gripe, medida por el porcentaje de muestras enviadas que dieron positivo (de una mediana de 19,34% a 0,33%). La circulación estacional (en verano) de la gripe en los Estados Unidos (del 17 de mayo al 8 de agosto de 2020) se ha situado en mínimos históricos (mediana = 0,20% de pruebas positivas en 2020 frente a 2,35% en 2019, 1,04% en 2018 y 2,36% en 2017). En este documento se recogen los datos sobre la gripe informados a la plataforma FluNet de la OMS de tres países del hemisferio sur que sirven como sitios centinelas para la gripe: Australia, Chile y Sudáfrica. Los datos recogidos mostraron una actividad de gripe muy baja durante el periodo de junio a agosto de 2020, los meses que constituyen la típica temporada de gripe del hemisferio sur. Según los autores del informe estos datos sugieren que el uso de medidas comunitarias de mitigación para la pandemia COVID-19, además de la vacunación contra la gripe, será eficaz para reducir su incidencia e impacto.
Un documento de opinión(3) publicado en la página web de la Asociación Española de Vacunología, en el que se hace referencia al informe mencionado anteriormente(2) señala que es posible que para la temporada 2020/21 se produzca una baja circulación del virus gripal, en aquellos países o jurisdicciones del hemisferio norte donde se mantengan con carácter estricto las medidas comunitarias de mitigación (mascarillas, distanciamiento físico, cierre de escuelas y teletrabajo). Según este experto, estas medidas, más la vacunación antigripal de los mayores de seis meses, sigue siendo el mejor método de prevención y es especialmente importante en esta temporada donde pueden co-circular el SARS-CoV-2 y el virus de la gripe.
El boletín bibliográfico nº19 elaborado por Grupo de Trabajo COVID-19 de la Región de Murcia en Atención Primaria(4), en el que también se hace referencia a este informe(2), señala que a pesar de sus limitaciones los datos son convincentes. Entre sus limitaciones indica que al tratarse de un análisis ecológico no se puede demostrar la causalidad, no se han analizado el efecto de otros factores, como las fuertes reducciones en los viajes a nivel mundial o el aumento del uso de vacunas y por último, la interferencia viral podría ayudar a explicar la disminución de casos de gripe durante una pandemia causada por otro virus respiratorio. También señala que la coherencia de los hallazgos entre los países que son centinelas de casos de gripe de Oceanía (Australia), América del Sur (Chile) y África del Sur (Sudáfrica), y en los que se muestra una actividad de la gripe muy baja durante junio-agosto de 2020, sugieren que la causalidad de esta relación podría ser convincente.
Otro estudio ecológico(5) tuvo como objetivo evaluar la relación entre la epidemia de COVID-19 y la posible disminución de los casos de gripe estacional, en él se muestran las tendencias en los casos de gripe estacional desde la temporada 2014-2015 hasta la temporada 2019-2020 en 11 países y regiones, y evalúa si la tendencia en la temporada 2019-2020 fue diferente antes y después de la pandemia de la COVID-19 en comparación con temporadas anteriores utilizando un diseño cuasi-experimental para analizar las diferencias. Los resultados indican que en el este de Asia, el número de casos de gripe estacional en la temporada 2019-20 fue menor después de la transmisión de la COVID-19 en comparación con años anteriores. Sin embargo, este no fue el caso en los países americanos o en los países europeos. Los autores concluyen que a pesar de las limitaciones propias de un estudio ecológico, los resultados del presente estudio brinda una idea de la asociación entre las medidas para disminuir la pandemia de COVID-19 y la reducción de otras enfermedades infecciosas.
Por último mencionar un estudio(6) de similares características que el anterior realizado en Singapur, y en el que los autores llegan a las mismas conclusiones