La pregunta planteada carece de suficientes datos que permitan establecer una pregunta concreta y específicamente orientada a una circunstancia clínica. Por ejemplo, no aporta información sobre si el paciente que hace la consulta es un hombre o mujer (en una mujer habría que adoptar también medidas de prevención de embarazo no deseado), sobre las características de la relación sexual (relación homo/heterosexual, tipo de coito…), ni sobre el tiempo transcurrido desde que dicha relación tuvo lugar.
Por tanto se ofrece una respuesta global sobre las medidas diagnósticas a adoptar, considerando que el afectado es un paciente varón que ha mantenido recientemente una relación heterosexual con un contacto no controlado y está asintomático en el momento de la consulta.
En este supuesto las guías de práctica clínica consultadas(1,2), un sumario de evidencia de Uptodate(3) y un documento de consenso(4) aconsejan descartar la coexistencia de varias enfermedades de transmisión sexual consistentes en sífilis, VIH, hepatitis B, chlamydia y gonococo. Por tanto como pauta de actuación aconsejan realizar un TAAN (Test de Amplificación de Ácidos Nucléicos) para chlamydia y gonococo, una serología simple de sífilis y hepatitis B y ELISA para VIH.
Si las pruebas iniciales de diagnóstico de chlamydia y gonococo son negativas, deberían repetirse un TAAN dentro de las 1-2 semanas posteriores al contacto para detectar los organismos infecciosos que podrían no haber alcanzado concentraciones suficientes para producir resultados positivos en el momento del examen inicial.
Si los resultados serológicos fueron negativos y la infección en el contacto no se pudo descartar, las pruebas serológicas para la sífilis pueden ser repetidas a las 4-6 semanas y 3 meses; la prueba del VIH se puede repetir a las 6 semanas y a los 3 y 6 meses usando métodos para identificar la infección aguda por VIH. En el caso de la hepatitis B ante un agHBs negativo inicial se aconseja repetir a las 4-6 semanas para confirmación de su negatividad.
En el supuesto de que el paciente fuera una mujer se aconsejaría la misma pauta de actuación que en el varón asociando además la detección de Trichomona vaginalis en exudado vaginal y medidas anticonceptivas de emergencia.