No se han encontrado evidencias sobre la necesidad de que la valoración inicial (VI) de enfermería se realice en las primeras 48 horas tras el ingreso en una unidad de hospitalización sin especificar. Las evidencias encontradas tratan de la VI en patologías o situaciones concretas: VI en los ingresos de adultos mayores(1), VI para prevención de caídas(2), VI con una herramienta aplicada por enfermería para diagnosticar un Ictus(3), VI sobre estado funcional(4), sobre el estado nutricional(5), etc. y aunque señalan la importancia de que se realice una valoración inicial tras el ingreso, no especifican el momento concreto.
Un estudio cualitativo(1) sobre la percepción que tienen tanto los pacientes como las enfermeras del momento de la admisión de pacientes hospitalizados, señala la VI como tarea diaria de enfermería en una unidad. Indica que debe estar centrada en el paciente y considerada como el primer paso, punto de partida, del camino hacia una relación terapéutica enfermera-paciente. Destaca la importancia de diversos componentes para la VI: habilidades para que la comunicación e interacción sean efectivas; habilidades verbales y no verbales para explorar y permitir la expresión de los sentimientos del paciente; implicación del paciente en el proceso de evaluación (cuáles son sus expectativas); etc., en definitiva, una VI no rutinizada. El estudio señala que la VI es una oportunidad tanto para mostrarnos al paciente como es (con sus necesidades de salud), como para que el paciente se forme una imagen sobre la enfermería.
Se señala que los resultados del estudio entran en contradicción con otras recomendaciones anteriores de la literatura, a partir de la cual se ideó una forma más rutinizada, burocrática del trabajo de VI de las enfermeras como medio de acelerar el proceso de admisión. Las enfermeras a menudo sienten que tienen que hacer frente a un gran volumen de trabajo y consiguiente escasez de tiempo, y que el proceso está influenciado en diversos grados por factores organizacionales, reduciendo el momento de la valoración a un evento de rellenado de formularios y las experiencias de vida de los pacientes a un conjunto de categorías biomédicas. Pero en multitud de ocasiones las enfermeras utilizan una variedad de estrategias de gestión del tiempo para hacer frente a las diferentes demandas, elaborando un procedimiento rutinario para simplificarlo. Un ejemplo es el diseño de la entrevista de VI de enfermería. Esta favorecerá tanto la atención individualizada, como las necesidades burocráticas de la organización.