En un Best Practice (BP) (1) sobre el manejo de los dispositivos intravasculares periféricos (DIP) se hace la recomendación general de que se deben retirar tan pronto como el estado clínico del paciente lo permita (Recomendación IA). En cuanto a las recomendaciones específicas para catéteres venosos periféricos (CVP) recomienda: en los adultos, sustituir los CVP cortos y rotar los puntos de inserción cada 48 horas para minimizar el riesgo de flebitis, y retirar los insertados en situaciones de emergencia, donde podría no haberse seguido estrictamente la técnica aséptica, e insertar un nuevo catéter en un punto diferente en las primeras 24 horas (Recomendación IB); en pacientes pediátricos no hay recomendación para la frecuencia de sustitución de los CVP cortos o para la retirada de los catéteres insertados en situaciones de emergencia, donde podría no haberse seguido estrictamente la técnica aséptica (Asunto sin resolver); no existe recomendación para la frecuencia de sustitución de los catéteres de longitud media (Asunto sin resolver); y retirar los CVP si el paciente desarrolla signos de flebitis (por ejemplo, calor, hipersensibilidad, eritema, cordón venosos palpable) en el punto de inserción (Recomendación IA). Con respecto al cambio del equipo señala que puede conectarse un equipo corto al dispositivo vascular y considerarse como una parte del dispositivo para facilitar la técnica aséptica a la hora de cambiar los dispositivos. Recomienda sustituir el equipo de extensión cuando se reemplace el dispositivo vascular (Categoría II). También reemplazar los equipos no mas frecuentemente que cada 72 horas, a menos que el estado clínico del paciente indique lo contrario (Categoría IA). No existe recomendación para la frecuencia de sustitución de los equipos endovenosos utilizados para infusiones intermitentes (Asunto sin resolver). Por último recomienda reemplazar los equipos utilizados para administrar sangre y productos sanguíneos o emulsiones de lípidos en las 24 horas siguientes al comienzo de la infusión (Categoría IB).
Una Guía de Práctica Clínica (GPC) (2) para el mantenimiento y cuidados de los diversos tipos de dispositivos de acceso vascular indica las siguientes recomendaciones en cuanto al reemplazo rutinario de catéteres: cada vez que se quita el viejo catéter, el nuevo se coloca en otro sitio; se debe realizar el reemplazo de los catéteres periféricos cada 72-96 horas para prevenir flebitis e infecciones relacionadas con los catéteres así como el malestar del paciente, aunque se ha informado que la incidencia de la tromboflebitis y de la colonización bacteriana de los catéteres aumenta cuando estos se dejan en el mismo lugar más de 72 horas, varios estudios no han demostrado ninguna diferencia en las complicaciones de catéter con tiempos mas prolongados. En cuanto al reemplazo rutinario de los sistemas de administración recomienda: sustituirlos cada 96 horas o cuando se cambie el catéter, excepto para los líquidos que facilitan el crecimiento microbiano (sangre, lípidos, nutrición parenteral total (TPN), que se debe cambiar diariamente), esta práctica tiene una recomendación alta, a menos que se sospeche de infección relacionada con el catéter; solo se encontró un estudio que no encontró diferencias entre los sistemas de la administración del intravenoso cambiados en 48 contra 24 horas en términos de la incidencia de la colonización o la septicemia relacionada con los catéteres. Señala que se debe realizar el cambio si aparece contusión, eritema, u otras muestras de irritación o de infección local o si el paciente informa que el sitio de inserción es doloroso.
Una segunda GPC (3) para el cuidado y mantenimiento de los dispositivos de acceso venoso, que tiene el objetivo de reducir el riesgo de complicaciones, entre las consideraciones que hace sobre las intervenciones y la práctica señala que se deben cambiar los dispositivos al menos cada 72 horas.