Los trasplantes de órganos y tejidos son la única alternativa para el mantenimiento y/o mejora de la calidad de vida de muchos pacientes.
El número de personas que esperan un órgano aumenta día a día. Es necesaria la solidaridad de todos para conseguir que estos enfermos puedan vivir gracias a la generosidad de aquellos que han perdido su vida.
Cualquier persona puede es un donante potencial, siempre y cuando en vida no se haya manifestado en contra.
Para poder aprovechar los órganos, el donante debe fallecer en un hospital, único lugar donde se puede realizar el acto de donación trasplante.
El proceso de donación se inicia en caso de que un paciente presente muerte cerebral: que es la destrución de forma irreversible de todo cerebro, con la perdida de todas sus funciones. Cuando se presenta, produce la muerte del resto del cuerpo humano por parada respiratoria. Sólo si se mantiene la respiración artificielmente se pueden mantener viables el resto de órganos del cuerpo para el trasplante.
Cuando una persona se plantea en vida la posibilidad de ser donante, lo primero y más importante que debe hacer, es comunicar la decisión a su familia y amigos más íntimos, ya que ellos serán los primeros en ser consultados. De ellos se espera que se respeten la voluntad de la persona fallecida
También se puede cumplimentar el carnet incluido en este díptico y adjuntarlo a la documentación personal, para que sea el testimonio de su decisión.
Con la tarjeta no se adquiere ningún compromiso legal, y si cambia de opinión sobre su decisión de donar organos, sencillamente rómpala.
Telféfonos de información sanitaria:
No te lleves tus órganos al cielo...En el cielo saben que los necesitamos aquí.